Una vez leí, vaya saber en donde, que para saber lo grande que sos en lo que haces no hay que medir la cantidad de personas que te idolatran sino la cantidad de detractores que tengas. No solo no recuerdo donde la leí, sino que tampoco recuerdo a su autor pero siempre me hizo ruido. Hay personajes que son polémicos o políticamente incorrectos que pueden generar detractores y ahí podría cumplirse esta máxima. Pero hay otros que son enormes y siempre son correctos o su dócil carácter no los enfrenta con nada ni con nadie. En estos últimos entraría Lionel Andrés Messi, quizás el más humilde de todos los dioses, sin embargo, tuvo y tiene detractores, que increíblemente son quienes más capacitados están para no haberlo criticado nunca.
Es que los principales detractores de Messi no fueron aquellos que no lo conocían. Porque un montón de personas no conocían a este pibe que la rompía en las inferiores catalanas y que luego seria el dueño de Barcelona y que acá lo miraban de reojo, por no haber jugado en nuestro fútbol y entonces lo criticaron en sus comienzos.
Tampoco eran los principales detractores de Lionel, aquellos que nos veíamos amenazados con su aparición y nos convertimos en las viudas de Maradona cada vez que este rosarino era sentado en el trono que le pertenecía a Diego. Fuimos cómplices de las típicas grietas argentinas, las de unitarios o federales, Peronistas o radicales, Menotti o Bilardo y así, podría enumerar un montón. Una grieta que se cerró rápidamente, cuando Diego se instaló en Ezeiza y abrazo a su Messias y todos lo empezamos a disfrutar.
Ni siquiera aquellos que le exigían mostrarse más argentino, que cantara el himno o que saliera campeón del mundo eran sus mayores detractores. Apenas pudieron conocerlo un poco más se dieron cuenta que era más argentino que el mate y más rosarino que el monumento a la bandera y que estaba en tierras lejanas por caprichos de la vida y la pelota o porque nadie supo invertir en el y su necesidad, por lo que se fue pequeño a Cataluña y volvía gigante a la Argentina.
Los detractores de Messi fueron aquellos que fundaron el nuevo periodismo deportivo. Esos que se pasan horas y horas al aire inventando noticias, polémicas y discusiones sin sentido. Hicieron comparaciones odiosas, molestas, generaron odio, insultaron y lograron que algunos la repitieran viralmente, hasta que le llegue a los hijos de Lionel. Estos creadores de programas de periodistas barrabravas y conventilleros, se olvidaron de que se suponía que eran especialistas de este deporte y si uno entiende de este deporte, Messi siempre fue incriticable.
Habilidoso, veloz, gambeteador, zurda mágica, goleador, asistidor, desequilibrante, devastador en el mano a mano, rompe récords serial, logró todo lo que para otros eran leyendas y para él eran oficiales y homologados por el ente regulador. Messi lo tiene todo, lo ha conseguido todo y da la impresión que perdurarán por mucho tiempo sus logros, siendo suyos y de nadie más. ¿En serio un periodista deportivo puede criticar a Messi? es inaudito, sin sentido y debería odiar el fútbol para hacerlo. Tuvieron que recurrir a un término del tablón para criticarlo y les demostró tener el pecho bien caliente. Aunque algunos hoy se olviden de lo que dijeron y otros lloren emocionados por un título que nunca desearon y por el solo hecho de tener razón. Así de patéticos resultaron ser aquellos que no son todos, pero son quizás los de mayor alcance, los más masivos.
Para mi Diego Armando Maradona será el mejor jugador del fútbol de la historia. Todo aquel que sostenga que Lionel Andrés Messi es el mejor jugador de todos los tiempos no estará para nada equivocado. Messi es el mejor de todos, tanto lo es, que tuvo hasta la bendición de D10S…..