El defensor albiazul se marchó, se presume, sin permiso a Rosario a pesar de tener contrato vigente en la T.
Por: Sergio Armando
Causó sorpresa en ámbitos del Club Atlético Talleres, y en el fútbol cordobés, la partida sin previo aviso de Juan Cruz Komar a su Rosario natal. Al zaguero, referente y capitán albiazul le surgió la chance de ser jugador de Rosario Central (club del que es hincha) y ese sentimiento le hizo olvidar, tal vez, que aún tiene vigencia su contrato con la institución cordobesa hasta Junio de 2023.
Komar llegó de Boca Juniors en 2016 y fue Talleres quien le dió la posibilidad de mostrarse en el fútbol grande. El rubio defensor lo aprovechó con esfuerzo, superación y se ganó el respeto y la admiración de propios y extraños. Su don de buena gente quedó demostrado tanto con los pantalones cortos como con los largos. Su compromiso social y su solidaridad en cuanta causa se presentara generaba admiración por su pensamiento abierto, calmo, reflexivo y pacificador, evidenciado en cada nota periodística que concedió.
Por eso la sorpresa. Komar “olvidó” que tiene una obligación contractual con Talleres que no debe, pero supo desconocer. Además, el club está al día con sus haberes. Es decir, nada justifica su accionar. Por eso su decisión es errónea y, cuanto menos, temeraria. Está ‘borrando” con su accionar todo lo bueno que logró en Talleres, y sobre todo decepcionando el cariño del hincha, que lo “bancó” en aquellos inicios futbolísticos dubitativos con la Albiazul en el pecho.
Entonces surgen las preguntas: ¿Era necesario este acto “rebelde” del capitán para presionar y cambiar de aires, a unas horas del debut veraniego de la T en La Plata? ¿Era el modo y la manera correcta este proceder de un verdadero profesional como lo es Juan Cruz? ¿No pensó en el contrato vigente firmado voluntariamente entre las partes? ¿O acaso ya no se respetan los contratos? ¿Y las declaraciones del jugador de hace unas semanas diciendo que “le gustaría ir a Central pero sino se da, en Talleres estoy a gusto”? ¿Que ocurrió en una semana, para que hiciera, prácticamente, abandono de trabajo, en perjuicio de quedar “colgado” y/o sancionado si la T y Central no llegan a un acuerdo?
Las ganas de Komar de jugar en “su” Central, también deben tenerse en cuenta, claro está. Nadie debe ser obligado a permanecer donde no desea estar. Pero existe un contrato vigente firmado y que no es respetado por el jugador (en este caso), quien más allá de cumplir su sueño, primero debió cumplir con lo pactado y entrenarse en su club aguardando el pase al canalla, o no. Como corresponde a un profesional llámese Maradona, Messi o Komar. Y partiendo de esa realidad, irrefutable, toda especulación se reduce a eso. El único responsable de ésta situación es el propio Juan Cruz, que adoptó una postura contraria a lo antes expuesto, e incurrió, llamativamente en una falta gravísima por estar falto de timing. Y no precisamente dentro de una cancha.