Desde pequeños, construimos y manejamos una idea de nuestro valor. Lo hacemos en apartados muy específicos, pero también de una forma general. Uno de los puntos más trascendentes de esta idea es que va muy ligada al sentimiento de merecimiento personal y obviamente a lo que nosotros percibimos como algo que tiene que ser, por ejemplo, lo que nos merecemos como hinchas o lo que se merece mi club , después veremos las razones que me llevan a pensar esto.
¿Qué percepción tiene uno acerca de si mismo? ¿Qué expectativas sostiene respecto a su club? ¿Lo consideras digno de tener éxito? ¿Sientes que eso es necesario? Todas estas cuestiones están relacionadas con el merecimiento, un concepto que se ha estudiado desde diferentes perspectivas por las implicaciones que tiene en la vida diaria de las personas y en este caso las relaciones que esa persona construye con la institución que abraza con pasión.
Algunos autores definen el merecimiento como la creencia personal acerca de obtener algo a cambio de nada o el sentimiento de ser digno de ciertos privilegios. De esta manera, las personas y en este caso su club, con un alto merecimiento deberían recibir tratos favorables y obviamente se espera que sus expectativas se cumplan de manera inmediata.
Esta concepción de ser especiales y diferentes y sentirse con más derecho que otras personas es uno de los rasgos del trastorno narcisista de personalidad; pero también es una cualidad común para los hinchas de futbol.
Por las condiciones sociales y culturales en las que han crecido, estas personas pueden tener la convicción de que su institución merece todo lo que desean ellos, sin tener en consideración el esfuerzo naturalmente necesario para lograrlo y obviamente en el camino llevarse puesto lo que sea con tal de satisfacer esa idea, retrograda para mí aclaro, de lo que merece mi club, por el solo hecho de que yo, que soy hincha de él, espero que tenga…
Esta actitud puede causar dificultades, por ejemplo a diversos niveles:
Dirigir la responsabilidad del bajo rendimiento deportivo hacia dirigentes, árbitros, algunos jugadores y las otras instituciones, que se coordinaron todas en una especie de arreglo universal divino para que mi club que lo merece todo, no tenga lo que yo anhelo y deseo que debe lograr , porque se lo merece, en lugar de entender que no hay una conjunción cósmica que diariamente se renueva para que mi club no logre lo que YO quiero que logre…sino que en torneo de 26 equipos, solo uno sale campeón (el máximo logro anhelado) y 25 no , es decir , no es magia ni deseo , sino una multiplicidad de causas, muchas no controlables que hacen que un equipo salga campeón …de hecho hay muchos que son mejores deportivamente que el campeón pero no llegar a consagrarse , decir que el campeón es el mejor , es para mí un análisis reduccionista y solo enfocado al resultado …los resultadistas seguro estarán en contra de lo que opino …pero insisto , el reduccionismo hace eso precisamente, mermar, achicar y reducir. Es una simplificación en la explicación de la complejidad de un fenómeno. ¿Es eso indebido? No necesariamente, pero su exceso sí lleva a errores y falsedades y más en algo que tiene tantas aristas como el futbol…
También las altas e infundadas expectativas que uno se hace, mismas que la prensa colabora en crear con una compulsión rayana en lo doloso a veces , sabiendo obviamente que los destinatarios de lo que generan , no son ellos mismos , sino el club o sus dirigentes…nadie va a insultar a un periodistas que exagero.., les decía que estas expectativas creadas en forma individual por el merecimiento que yo le adjudico sin otra base que mi sola apreciación o bien porque compro las falsedades de estos analistas vernáculos que nombre , pueden llevar a la frustración y a la ira traducida en violencia a veces , al no obtener el beneficio o reconocimiento esperado.
Esta intolerancia a la frustración puede causar malestar y dar lugar a conflictos, al adoptar una actitud de superioridad, egoísta o carente de empatía, conflictos que invariablemente se llevan a la cancha y que muchas veces explotan como vamos a ver…y que yo las relaciono directamente a la creación de falsas expectativas y a la famosa cultura del aguante, parte del deplorable concepto del FOLCLORE DEL FÚTBOL que tanto daño causó, causa y causará si no terminamos ya de justificar esta terrible idiotez y ponerle fin a los cultores de esta tendencia más emparentada a primates con un termo en la cabeza que a seres humanos racionales…
Recién nombre la cultura infame del aguante que es mucho más que pasión por la camiseta. La “cultura del aguante” es una ideología que combina una concepción radical de la lealtad, una manifestación feroz y ostentosa de la valentía, el machismo más brutal, la corrupción como forma de acumulación económica y una perspectiva de la rivalidad de amigo o enemigo. En fin, en la cultura del aguante la violencia no es una anomalía sino que es estructural al funcionamiento del fútbol y está directamente relacionada a lo que venimos hablando, al merecimiento de lo que esta gente con serios problemas de todo tipo racionaliza como su necesidad de merecer y que la externaliza en un estadio de fútbol, se vea frustrado o no , pero el motor es sin dudas su concepto inicial y personal de merecer.
Considerar a nuestras instituciones dignos y merecedores de buenos resultados no implica desentendernos del trabajo que se requiere para alcanzarlos, ni tampoco menospreciar el camino que hay que transitar y la cantidad de personas que hay involucradas en eso y que trabajan dia a dia para ese objetivo se cumpla y que cuando no se hace, tiene la capacidad de volver a intentarlo temporada tras temporada.
El respeto por nosotros mismos y por los demás no está reñido, sino que es complementario, y sentirnos valiosos no significa restar valor al resto , ni menospreciar a los demás que compiten , muchas veces en inferioridad de condiciones para lograr lo mismo que anhelo yo .
En definitiva, las consecuencias del merecimiento son muy diferentes en función de la definición adoptada. Finalmente, una de las claves para gozar de bienestar personal y de relaciones interpersonales enriquecedoras se encuentra en alcanzar un equilibrio.
Es importante contar con un amor propio incondicional que nos permita cometer errores y aceptarnos con ellos; pero, del mismo modo, hemos de hacernos responsables de nuestros actos, no es con con aguante termo y mucho menos aparados en el folclore del fútbol , que las violencia en el fútbol se va a ir extinguiendo es importante que seamos capaces de identificar las actitudes violentas que se presentan a nuestro alrededor o incluso las que somos capaces de hacer nosotros mismos sin que nos demos cuenta. Solamente de esa manera podremos erradicar la violencia en las canchas.
Comencemos por casa, bajando las falsas expectativas que nos crean los gurúes del micrófono que pululan por ahí , entendiendo que hay otros que anhelan lo mismo y que no se consiguen las cosas por el solo hecho de desearlas o porque me las merezco , que hay mucha gente de bien trabajando en los clubes del futbol argento y que ellos desean lo mejor , pero entendiendo básicamente que solo uno puede ser campeón y que es mucho más importante a veces, el camino que el resultado, a pesar de que muchos destacados personajes de la pelota nos vendan que lo único importante es ganar o ser primero , a costa de lo que sea… así nos va con pensamientos como estos…
Por ultimo les dejo la frase de un pibe que sabía poco y que va en contra de muchas cosas relacionadas con la pelota pero que deberíamos conjugar mas seguido…
“La recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado, Un esfuerzo total es una victoria completa”
Mahatma Gandi …
Esto es sin fines de lucro ………… bienvenidos al show