Andrés Fassi tiene razones de sobra para sacar pecho, en cuanto a su gestión en Talleres se refiere. El presente deportivo, es su principal aval, ya que tomó el club en tercera categoría y hoy lo tiene en la cima de la Primera División, habiendo vuelto a los torneos internacionales también. Un Club que funciona ordenado, que vende bien en el mercado y una visoria que trajo más de un crack, que nadie tenía en vista. Entonces, cuando Fassi sale hablar de la profesionalización de todas las áreas y el resultado positivo del club en general, siempre se despacha con un latiguillo “Talleres, funciona como una empresa”.
No solo en Talleres y en Fassi cabe esa idea. La idea de lo público o todo aquello que venga del Estado no funciona, es algo con lo que se convive siempre. Está tan arraigada esa idea que parece que solo hay una solución para la falta de funcionamiento del Estado, la privatización. Entonces los servicios públicos pasan a ser eficientes, en manos de empresas privadas. Muchas veces, son los Estados en manos liberales, los que destruyen su propio funcionamiento, para propinar el desembarco de lo privado.
Pero en este caso es distinto. Fassi no quiere dinamitar Talleres para luego darle paso a lo privado, como si hicieron otros. Fassi quiere un Talleres exitoso, con un modelo de gestión, donde la gente y el hincha se sienta feliz. Si Talleres fuera campeón, capaz la euforia del hincha sería tal, que quizás no le importaría ser un club o una Sociedad Anónima. Esa es la estrategia de Fassi, quien viene del Grupo Pachuca y hoy gerencia Clubes es Chile, Uruguay y próximamente, España. Si es un hombre de empresas, de grupos económicos ¿Porque no querría lo mismo para Talleres? Seguramente Andrés, está convencido que lo mejor para el fútbol son las SA.
Quizás sea por ello, que Fassi no elige comparar su gestión, con la de clubes exitosos. Lanus, Vélez son algunos de los ejemplos que el Presidente de Talleres podría haber usado. Clubes ordenados, prolijos, que han logrado títulos y han estado a puertas de triunfos impensados, como Lanus que tiene hasta una final de Libertadores encima. Pero no, Fassi elige comparar a Talleres con una empresa. Claro, como si las empresas fueran todas eficientes, todas honestas y todas exitosas. Pero nadie se animará a retrucarle eso al Presidente de la T.
Es un arma de doble filo, el éxito deportivo en Talleres. Quizás no falte tanto, para que las verdaderas cartas estén sobre la mesa. Mientras, hay que seguir recordando, que Talleres es un club y no una empresa. Un club que funciona bien, como tantos otros.