Columna de opinión de nuestro periodista Claudio Bucci
Santiago García decidió dejar este mundo a los 30 años. Apenas tres décadas de vida, una vida dedicada al fútbol. Para el mundo del balompié, Santiago García era el Morro. Y el Morro era para Godoy Cruz el último gran ídolo. Delantero de categoría y fuerza descomunal, resultaba intratable para las defensas rivales. Jugó en Nacional de su Uruguay natal y supo coquetear con Belgrano y estuvo a un paso de ser jugador de Talleres, pero esos detalles hoy son una anécdota.
Para el mundo del fútbol y el periodismo que solo hace show, no hay nada mejor que ser jugador de fútbol. Las luces, los estadios llenos, la fama, las mujeres, el dinero, los hoteles y las mansiones. Claro, el negocio y esos medios solo muestran los “exitosos”, aquellos que juegan en los “grandes” o en Europa. Aquellos que son parte del show que se prestan para ser mediáticos. Pero claro, son las minorías. La inmensa mayoría de los jugadores de fútbol viven otra realidad, lejos de las cámaras.
La diferencia se achica a la hora de las presiones. Allí, no hay equipos grandes, medianos o chicos. El hincha exige lo mismo para quien gana fortunas, aquel que vive bien o si apenas juega por el mango, que solo hay cuando se gana. Y el futbolista, es ante todo una persona. Uno más dentro de una sociedad dónde cada vez es menos sano trascender. El jugador tiene los mismos problemas que cualquier trabajador. Algunos, no cobran les deben plata y no llegan a fin de mes, como cualquier mortal. Pero lo más importante de tener en cuenta, es que un jugador tiene una vida, sentimientos, problemas, familia como cualquier otro ser humano.
¿Cómo van a estar tristes si son jugadores de fútbol? ¿Cómo van a estar mal si tienen todo lo que nosotros quisiéramos y no tenemos? No se les permite ser humanos
Opinión Claudio Bucci
Y él no era la excepción. Sus problemas particulares afectaban su rendimiento, como pasa en cualquier orden de la vida. Claro, que a ellos se les exige más. ¿Cómo van a estar tristes si son jugadores de fútbol? ¿Cómo van a estar mal si tienen todo lo que nosotros quisiéramos y no tenemos? No se les permite ser humanos, ellos son jugadores de fútbol, una raza alienígena de súper héroes, que todo lo pueden y dónde pedir un psicólogo, es una muestra de debilidad. Lo hacen con los chicos de inferiores, los hacen con los profesionales.
Lo de Santiago García es una alarma de que algo está mal. Es una realidad levantando la mano y diciendo “el fútbol no es solo show”. ¿Alguien la escuchará? ¿Alguien se interesará? O solo será, el tuit de ocasión. Mientras tanto, se nos fue el Morro. Apenas 30 años y una vida, que claramente no era solo fútbol…