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Venció la lógica sobre el corazón. El talento individual de LeBron James y Anthony Davis sobre la fortaleza colectiva de los Heat. La experiencia sobre la juventud. Los Lakers rozan el 17º título de su historia tras imponerse (102-96) a Miami en el cuarto partido de las Finales de la NBA. No fue nada fácil de parte de los de Florida pero la defensa y una mejor gestión de los minutos finales terminó por tirar la balanza a favor de los de Frank Vogel. Un 3-1 que pinta la eliminatoria de color oro y púrpura.

El regreso de Bam Adebayo permitió una mayor presencia interior y variedad de recursos a los Heat. Sobre él cayó la responsabilidad de defender a Anthony Davis, mientras Jae Crowder se hacía cargo de Dwight Howard.

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LeBron James comunicaba antes del encuentro que no cometerían los mismos errores del Game 3 pero el partido demostró que no habían aprendido la lección del todo. Las manos de los de Spoelstra en las líneas de pase, las veloces ayudas y el colapso de la pintura provocaron numerosas pérdidas de balón y rápidas transiciones de Miami.

Primera mitad pareja

Jimmy Butler (22 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias) retomó su actuación del tercer partido con once puntos consecutivos sin fallar, bien escoltado por Duncan Robinson (17 puntos) y Bam Adebayo (15 puntos y 7 rebotes). Por parte de los Lakers, Kentavious Caldwell-Pope cargaba con la anotación y suyos fueron ocho de los primeros diez puntos del equipo. El triple que tanto se había resistido en los anteriores dos partidos sí resultaba un recurso efectivo en esta ocasión. Algo fundamental ante la dificultad de los de Frank Vogel para romper la primera línea defensiva y atacar la pintura.

La buena defensa de los Lakers en el primer cuarto se desdibujó en el comienzo del segundo. Un parcial de 11-2 de Miami en los primeros dos minutos igualaba el marcador. La importancia de Adebayo quedó de nuevo de manifiesto en ambos lados de la cancha, principalmente para equiparar la lucha en la pintura. Sin ideas, los angelinos optaron por las individualidades de LeBron (28 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias) para mantener la paridad del juego.

La entrada de Rajon Rondo sirvió para despejar la situación. Con el base, los Lakers recuperaron su ímpetu en ataque y la circulación de balón. Qué importante es contar con un jugador como él en los playoffs. Pese a los problemas para ejecutar con regularidad, su conexión con Davis, Morris y Caruso permitió a los Lakers irse al descanso por delante (49-47).

Segundo tiempo para el infarto

Las defensas mantuvieron su protagonismo tras el paso por los vestuarios. Anthony Davis (22 puntos, 9 rebotes y 4 tapones) intensificó su marca sobre un Jimmy Butler que erró seis lanzamientos consecutivos tras anotar sus cinco primeros intentos. Su reducción anotadora fue aprovechada por los Lakers para firmar un parcial de 11-2 y jugar con ventajas favorables. Sin embargo, no fueron capaces de explotar en la pintura pese al problema de faltas de Adebayo y optaron por trabajar lejos de allí, lo que permitió a los Heat cerrarse, intensificarse y sumar una cantidad de puntos importante desde el tiro libre.

El encuentro llegó al último cuarto con una ventaja de apenas cinco puntos a favor de los Lakers y todo por decidir. Unos últimos doce minutos que se convirtieron en una batalla de tácticas. Ajuste tras ajuste, buscando anticiparse al movimiento del otro para así, plantear un nuevo panorama. Y empezar de nuevo. Así, el duelo se sumergió en un ritmo lento en el que el marcador se movía a paso de hombre. A los chispazos de Butler, Adebayo y un Herro (21 puntos y 7 rebotes) activo respondía sistemáticamente el dúo estelar angelino. Sin romper el encuentro pero sin permitir que Miami los dominara.

LeBron causó problemas en la pintura gracias a las numerosas oportunidades tras rebote ofensivo y los despistes de Miami. Y fue un mal momento para desatender la pintura después de haber logrado equilibrar la batalla durante todo el partido. Mientras, Davis echaba cerraba la pintura y evitaba cualquier tipo de ataque rival.

El momento cumbre de su partido llegaría minutos después. Kentavious Caldwell-Pope abrió una diferencia de siete puntos con dos canastas consecutivas. Una de ellas, desde el triple, en un momento vital: el primer acierto exterior del cuarto tras nueve errores permitía situar una distancia de siete puntos entre ambos conjuntos. Respondía Jimmy Butler desde larga distancia pero sería el propio Davis el que certificaría el triunfo. Primero con un triple a 39 segundos por jugarse y, finalmente, con un tapón sobre Butler que sentenciaba las esperanzas de Miami.

A un paso de la consagración

La mejor gestión de los Lakers terminó por imponerse a unos Heat con mucha pasión pero con ausencia de ideas en los momentos difíciles. Ahora, los de Erik Spoelstra afrontarán su primer match-ball después de haber combatido como grandes guerreros a lo largo de la serie. Por su parte, a los angelinos solo les resta un triunfo para completar la hazaña y llevarse el título a casa.

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A destiempo

Gigantes de verdad

Historia de superación

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Si nombramos a Maroon Tigers, posiblemente el nombre no le diga nada. Si especificamos que es un equipo perteneciente a la Universidad de Atlanta, Estados Unidos, tampoco. Si le digo que el deporte que se practica es el Basquetbol, rápidamente deducirá que en un equipo de la NCCA y no de la NBA, pero no mucho más. Este equipo universitario es el final de nuestra historia, en realidad la actualidad de la misma, ya que tiene todavía muchas hojas en blanco por escribirse.

Esta actualidad, muestra los resultados de la lucha, el esfuerzo, la dedicación y el no bajar los brazos nunca. Esta actualidad muestra sonrisas, logros, planes cumplidos y un futuro en ese mismo tono. Pero no siempre fue así y es por eso que esta historia merece ser contada y tal vez refleje el anonimato de otros miles que andan por allí girando en el universo. Está en particular, es la historia de Kalin Bennett. ¿No sabe quién es?, lo invito a conocerlo.

Allá por principios de la década del 2000 nació en Arkansas, Kalin Bennett un niño más, de bajos recurso de su zona, pero traía con él, algo que lo hacía distinto a los demás. Fue su madre, quien primero noto esas diferencias y buscó ayuda en los doctores de su región. Fue allí y con apenas 18 meses de vida, que al pequeño Kalin le diagnosticaron Autismo.  Para su madre fue todo un cimbronazo. De pronto debía atender las necesidades del pequeño, para la cual no estaba preparada y más aún después del lapidario letrero que escribió el doctor, tras contarle que el niño tenía TEA.

“Su hijo no podrá caminar ni hablar, nunca”. Con esa frase taladrando su cabeza, Sonja se fue con su hijo en brazos y un millón de dudas en la mochila. Pasó el momento donde hay que procesar la noticia y Sonja, decidió no quedarse con ese letrero y catálogo, fue en busca de nuevas interpretaciones y terapias para Kalin y vaya si lo hizo bien.

No fue fácil, pero su madre sabía que no lo sería. Kalin recién pudo caminar a los 3 años y fue a los 7 años de edad, que dijo sus primeras palabras. Pasaron 7 años para poder borrar aquel letrero con el que se fue, de un hospital de Arkansas. Pero lejos de darse por satisfecha, Sonja siguió motivando a Kalin para que se superará día a día y que aquellas primeras palabras, fueran solo el comienzo.

A pesar que las habilidades sensoriales del niño eran pobres y desconocía el peligro o casi no tenía relaciones sociales con otros niños, Sonja encontró la forma de acercarlo al deporte. Fue en el equipo de Arkansas Hanks donde lo recibieron y ese fue el punto de inflexión. Claro que no era simple, Kalin debía entender el juego, las estrategias y sus compañeros adaptarse a él.

Fue su entrenador de aquel momento que encontró lo que Kalin necesitaba. El muchacho crecía físicamente y tenía potencial, además, amaba las matemáticas y allí estuvo la clave. El entrenador les puso números a las posiciones en la cancha y que debía hacer cada número y como este se relacionaba con los otros números y Kalin, se enamoró del juego. Fue un partido donde su equipo perdía por 30 puntos, que el técnico le dio lugar para mostrar lo aprendido y Kalin, hasta se animó a tirar al aro, desde allí todo fue evolución. Dos años le llevó poder llegar a ese momento y lo logró.

Para 2018 Kalin Bennett se graduaba en la Escuela Secundaria y recibía un montón de propuestas Universitarias, para jugar al basquetbol. Kent State una Universidad que es pionera en temas de inclusión, fue la elegida. Kalin se convirtió en el primer basquetbolista con Autismo en disputar el torneo Universitario llevándose las luces en su debut con triunfo y una beca completa (equivale a un contrato) para vestir los colores de su Universidad.

Kalin Bennett desde aquel momento logró un objetivo que el mismo se propuso: “quiero ser un ejemplo para los niños con autismo como yo y también para quienes no lo tengan, quiero trasmitirles que, si yo pude, todos pueden lograrlo”. Desde aquel momento, Kalin es referencia en escuelas y universidades y muestra en sus redes sociales, sus logros, sus avances y su vida, esa que le dijeron que no podía tener.

Como se imaginará, la historia llega hasta Atlanta donde este gigante de más de 2 metros y 130 kilos, sigue esforzándose por ser parte de lo que ama. El camino fue lento y duro, pero hoy está más llenos de alegría que de otras cosas. El Autismo acompaña a las personas toda la vida, la gente dice “no tiene cura”. Es que el Autismo no necesita cura, necesita espacios que favorezcan la integración y acompañe los tiempos de los niños. El Autismo necesita de esfuerzo y acompañamiento para que cada logro sea el primero de otro que va llegar y de esa manera, llenar el mundo de gigantes como Kalin Bennett, pero que no necesitan medir 2 metros y hacer algo histórico para serlos. Porque Kalin como los demás, serán gigantes por hacer de las cosas simples y comunes de la vida, las más importantes.

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Agustina Jourdheuil: “Me siento muy feliz que la camiseta tenga mi apellido”

Las Gigantes en los Panamericanos

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Tras meterse por primera vez en las semifinales de un Juego Panamericano, “Las Gigantes” se colgaron el bronce.

Santiago de Chile recibió a la selección de básquet de buena manera, “es un sueño echo realidad. Es hermoso lo que se vive el día a día en la villa, compartiendo con otros deportes, vivenciando esa adrenalina de que estamos tod@s vestid@s iguales y representamos a nuestro país” comentó Agustina Jourdheuil.

La albiceleste se fue acomodando de a poco, “si bien nos conocemos de la Liga Argentina somos la mayoría debutantes en una selección mayor” comentó Jourdheuil y agregó “fue una preparación corta, pero estamos todas al 100% para seguir mejorado los aspectos colectivos que nos remarca el cuerpo técnico”.

Escuchar el himno antes del partido es una de las cosas más linda que pude haber vivenciado. Me siento muy feliz que la camiseta tenga mi apellido y la bandera argentina no te lo puedo definir en una palabra.

Brasil retuvo el oro panamericano, demostrando una potencia indiscutible. Colombia obtuvo un resultado histórico con la plata. Mientras que Argentina se subió por primera vez al podio en el torneo obteniendo el bronce tras ganarle a Cuba.

  • Como ves el desarrollo de la Liga Femenina a nivel nacional?
  • Mejorando año tras año, este año no voy a disputar la liga femenina, pero los equipos se han reforzado muy bien con jugadoras extranjeras y nacionales, va a ser una linda competencia.

Mano a mano Agustina Jourdheuil junto a Sofía Jaimez Bertazzo en exclusiva para GOLANDPOP. Fotografía: gentileza CAB.

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Quimsa se consagró campeón de la LNB al vencer a Boca

Fin de temporada

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Quimsa derrotó a Boca por 72 a 49 (4-1 la serie) y se consagró campeón de la Liga Nacional de Básquet después de haber perdido las últimas dos finales.

Brussino, Robinson, Cosolito, Barrios y Anderson. Un quinteto de memoria que barrió con el rival que le tocara en frente. Así se consagró Quimsa por segunda vez en su historia en un Polideportivo de Santiago del Estero que se encontraba repleto. Pero, aunque la Liga Nacional inició en octubre del año pasado, el campeón se empezó a armar en febrero.

La Fusión se ubicaba en el quinto lugar de la Liga con un récord de 15 victorias y siete derrotas y llegaba de perder el tercer puesto de la Champios League de las Américas. Desde ese momento se comenzó a armar la llegada de Leandro Ramella, quien fue el mejor técnico del 2022 y que se encontraba sin trabajo.

Con una temporada magnifica donde solo cayeron en tres oportunidades, el conjunto santiagueño terminaría la temporada regular siendo el segundo mejor equipo del torneo (28-10) solo por detrás de Instituto (31-7).

Después de barrer a Regatas Corrientes en cuartos y a Gimnasia de Comodoro Rivadavia en semifinales, ambos por 3-0, le tocó esperar y ver como Boca eliminaba al ultimo campeón, Instituto, para saber a quien enfrentaría en Las Finales.

La definición comenzó con una victoria pero también con la primera derrota en casa desde el comienzo de los Play Off y apenas el tercero en toda la Liga. Pese a eso, logró ganar ambos duelos en la Bombonerita, donde los Xeneizes no habían caído en esta post temporada. Cerrando en su provincia, el local no desaprovecharía la oportunidad para consagrarse después de sacarle una abultada ventaja de 26 puntos, con un Eric Anderson como MVP de las finales y demostrándole al básquet argentino que la Fusión es el justo campeón.

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