Después de ocho años y medio se subió nuevamente al cuadrilátero y afirmó que busca la gloria.
Por Sofía Jaimez Bertazzo
Jorge ‘La Hiena’ Barrios, arrancó diciendo: “tenemos que cuidarnos entre todos, y en este cuidado también está el encontrarse con uno mismo y el aceptarse a uno mismo. Y poder seguir adelante con esto, fíjate que no tiene precio, no tiene costo. Todo lo que se arregla con dinero es barato”, haciendo referencia a la situación actual de la pandemia. Agregó que está entrenando y disfrutando de su casa.
Recordando tiempos pasados sacó a la luz recuerdos y viejos maestros de su vida. El primero fue Horacio García, quien lo inició en el boxeo de niño. Jorge dijo: él “me resguardó”, “iba a buscarme por ahí cuando me metía en lugares a drogarme de niño”. “Fue un gran referente”, “me orientó arriba del ring y como persona”. El segundo fue Amilcar Brusa, quien al regreso del campeonato mundial “me dijo arriba del avión”, “pibe ahora no sos más el negrito de mierda”, “ahora sos campeón”.
Barrios contó: “yo arranque en la calle vendiendo a los 7 años”, “esa etapa de mi vida era una escalera. Todo era un escalón, otro escalón y otro, para poder llegar a lo que yo quería llegar”. Haciendo referencia a su juventud, su paternidad a temprana edad y su sueño por conseguir la gloria mundial. Durante muchos años entreno en clubes de barrio, hasta que llego el privilegio de posicionarse en el boxeo profesional. Con deseo dijo: “todos merecemos practicar nuestro deporte en un gran lugar”, “en un buen lugar” a donde haya comodidades.
El bicampeón mundial dejo por un tiempo largo la competencia. Según ‘La Hiena’, su ansiedad y malas decisiones le hicieron cometer “horrores”. A pesar de todo esto el boxeo siempre protagonizó su vida, incluso cuando estuvo preso, Barrios dijo: tuve al profe Gustavo, “me venía a entrenar 3 veces por semana a Olmos”. En 2010, en la ciudad de Mar del Plata, Barrios protagonizó un incidente vial en el que falleció Yamila Gonzalez. Luego de reflexionar comentó: “participé de un accidente a donde murió una persona, eso me duele todos los días”, sin embargo, “me ayudó a aprender”.
El deportista afirma que: “tiene mucho que ver la mente de cada uno en el desarrollo de su actividad” y que a él eso le permitió llegar a lo más alto. Ahora va por nuevos logros, no se da por vencido. Regresó al boxeo en 2018, tras ocho años y medio sin pelear, lleva tres combates y quiere ser campeón mundial nuevamente.
Sin olvidar su amor por la tierra que lo vio nacer y las alegrías que le da su club, dijo: “todo lo que tenga que ver conmigo tiene que ver con Tigre”. “Mi familia es hincha de Tigre” y la mayor felicidad que le dio el club fue “existir”.
Charla imperdible con Jorge ‘La Hiena’ Barrios: del boxeo al fútbol y de risa a reflexiones. Las mejores anécdotas de su carrera boxística.
Jóvenes pugilistas de Córdoba formaron parte del Campeonato de nuevos valores.
Se destaca la presencia del oriundo de San Francisco, Agustín Paredes. El boxeador de 19 años (categoría hasta 69 Kg.), tuvo una buena performance en el desarrollo del torneo, que en cuartos de final lo puso cara a cara con Marcos Castro, en fallo unánime ganó por puntos en tres asaltos.
Luego en semifinales se midió con Mayco Rosales, quien lo superó por puntos, en una decisión que no dejó conforme al rincón de Paredes. Más allá de haber quedado al margen de la definición del certamen, el púgil valoró la experiencia que se le brinda a quienes inician en la actividad.
“Después de tres años entrenando en el gimnasio, se dio la posibilidad del debut y eso es lo más importante. Estoy muy agradecido a Patricio Montenegro que es mi técnico, a mi compañero Richard Núñez y a toda la gente que me ha ayudado para poder subir al ring de la mejor manera”
Agustín Paredes
El boxeador cordobés terminó el secundario y decidió volcarse de lleno a este deporte. “Fui descubriendo el boxeo y hoy siento que es mi lugar. Como profesionales siempre me gustó el estilo de Maravilla Martinez y Floyd Mayweather, pero mi más claro ejemplo como boxeador, persona y deportista disciplinado, es mi compañero Máximo Núñez, de quien aprendo algo nuevo todos los días” destacó.
Finalmente dedicó un párrafo especial para el gremio Asociación Trabajadores del Estado (ATE). “El gremio ATE fue el único que se acercó desinteresadamente a darme una mano y eso fue muy importante para mí, porque para un boxeador que recién comienza es muy difícil. Ellos me apoyaron en todo el torneo y fue un orgullo poder representarlos” cerró. En este mes de noviembre se desarrollará en el Gimnasio de Asociación Civil de Técnicos de Boxeo de la Provincia de Córdoba, la última reunión boxística para definir a los ganadores de cada una de las categorías.
Brian Castaño fue derrotado por Jermell Charlo en Los Ángeles. El décimo round fue el fin de las ilusiones para el argentino.
El bonaerense Brian Castaño perdió su título mundial y revocó su invicto profesional en el Dignity Health Sports Park de Carson California. Jermell Charlo lo noqueó en el décimo round tras dos combinaciones letales y se consagró como el máximo campeón unificado superwelter, acumulando cuatro cinturones de primera línea: Organización Mundial de Boxeo (OMB), Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Federación Internacional de Boxeo (FIB) y Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
La campana diez todavía resuena. El Argentino dominó el centro del cuadrilátero, pero el estadounidense jugó a la calesita yendo de aquí para allá por la cuerdas. Los golpes decisivos fueron en primer lugar un uppercut derecho colocado a la altura del pecho, que se potenció con un cross por el flanco izquierdo y la rodilla del Boxi tocó el piso. Jerry Cantú abrió el conteo y le dio una segunda oportunidad a Castaño.
Tras levantarse y respirar profundo, Jermell inició la combinación que dio el punto final al combate. Desde el centro al rincón neutral fueron cuatro golpes de traslado, izquierda, derecha, izquierda como dicen las órdenes de desfile y un último impacto al hígado para rematar. El tercer golpe fue un Jab de zurda que hizo temblar la cabeza del argentino y no hubo vuelta atrás.
Veníamos viendo una pelea medida, calma, sin mucho lujo y sin golpes de potencia. En el comentario surgió “cantidad no es calidad” y eso fue el punto clave que determinó el resultado. El Boxi vino con una preparación menor a Iron Man, se notó claramente luego del sexto round. Ahora a “hacer los deberes” dijo el relator y mandó al argentino a comenzar nuevamente.
La palabra de Brian Castaño tras la derrota contra Jermell Charlo:
“Lamentablemente me enganchó en un momento donde me confié, entró justo una mano. Mi esquina me gritaba cubrite bien, trata de no bajar las manos, pero cuando se mueven para todos lados hay que meter presión, bien cubierto. Me toco ir al piso, a la lona, no me pude recuperar, se dio como se dio. Intenté no defraudar a la gente, dar espectáculo, lamentablemente se tuvo que dar así, son cosas que pasan, este deporte es así, un deporte duro. Gracias a toda la gente que me hizo el aguante, estoy un poco desilusionado por mi performance, le mando un abrazo grande a todos los argentinos, todos los latinos, la próxima saldremos con la victoria”.
Narváez, un apellido que pega fuerte en la historia deportiva a nivel mundial.
Transmisión de pasiones. De padre a hijo, la tradición pugilística se ha hecho sangre. Omar Narváez, campeón del mundo en categoría Mosca y Súper Mosca consagrado con 29 defensas exitosas, es el actual entrenador de la delegación Argentina de boxeo. Entre sus pupilos se divisa al joven Junior, su hijo, que busca continuar con la herencia deportiva.
Junior Narváez debutó en los III Juegos Sudamericanos de la Juventud este jueves en el ring dispuesto en el pabellón C de La Rural. La categoría 49-52 kg es un peso que permite lucir la agilidad, velocidad y técnica fina de los deportistas. Si bien el combate se plateó con mucha avidez, el hijo del “Huracán” perdió ante el colombiano Miguel Ospina por cuartos de final y no pudo avanzar a semis.
En la esquina del cuadrilátero, al sonar la campana, el rincón no solo tenía el consejo estratégico sino que remitía a casa. Aunque la relación fuera del hogar es de deportista y entrenador siempre los unirá el gen. Sin embargo, Omar y Junior decidieron transitar juntos esta nueva etapa.
De generación en generación la pasión y el talento pisan firme. El legado familiar esta presente para ajustar los cordones de los guantes y generar muchas expectativas a futuro. El joven de 17 años eligió recorrer su camino por el boxeo como su padre y se plantó con orgullo vistiendo de celeste y blanco.
El campeón mundial comenzó a trabajar con la selección al finalizar su carrera deportiva competitiva, hace ya tres años. Omar fue olímpico en Atlanta 1996 y Sydney 2000. Junior, dio inicio a sus participaciones en eventos multidisciplinarios en Rosario 2022. Tal vez a futuro se repita la convocatoria para formar parte de una nueva delegación argentina. Poder acompañarse mutuamente genera ilusiones y este fue un gran comienzo.