Los hijos del proyecto Fassi.
Nadie se imaginaba a esta altura del año, que Talleres no tendría entrenador, de cara a la participación en el máximo torneo internacional, de este lado del mundo. La partida de Hernán Crespo, quién era uno de los candidatos, al fútbol de Qatar marca que la diferencia económica pesa. ¿Es la única razón? Es difícil saberlo, todo sucede en Talleres con el máximo hermetismo.
Algunos se animan a decir que la dirección personalista de Andrés Fassi, también es un obstáculo para los técnicos con cartel. Pero está afirmación es difícil de comprobar y corroborar, lo que si se comprueba es que ésta temporada se parece poco a todas las anteriores que gestionó Fassi. Ante la negativa de los entrenadores buscados, la vista es casi imposible que no vaya para el lado de los ex jugadores que mamaron el proyecto Fassi en su máxima expresión.
Y si bien es cierto que algunos saltearon pasos y se desviaron del proyecto, su identificación con Fassi y sus métodos es total. Es por ello que no es extraño que sus nombres comiencen a rodar y las apuestas puedan ser una realidad. No serían la opción primaria, pero son una opción que tarde o temprano, aparecería.
El Bombero
Cuando asumió Ángel Hoyos, trajo su equipo de trabajo. Sin embargo, Fassi insistió en sumar al cuerpo técnico, un hombre de su confianza y a manera de ayudante pero empleado de la institución. Esto no quiere decir que Fassi no confiara en Hoyos, pero por algo quería tener alguien que le respondiera directamente.
Cuando Hoyos fue destituido, Gandolfi se paró en frente del primer equipo. Sin estar recibido de entrenador y no pudiendo firmar planilla (esto lo hace Irusta) Cobija recuperó anímicamente al plantel y con un par de retoques, puso un equipo que goleó por Copa Argentina. Gandolfi fue siempre un líder positivo como jugador, aún sin ser titular y esto hace que tenga ascendencia en el plantel. Si bien Cobija tiene claro el interinato, un triunfo ante Godoy Cruz lo pondrá de manera irrefutable en carrera.
El mejor alumno
Mauricio Caranta fue una de las más grandes apuestas de Andrés Fassi. Cuando Talleres llegó a la B Nacional, el Presidente fue a buscar a Caranta que no solo militaba en la Primera División, sino que estaba identificado con Instituto. Un contrato por varios años, sedujo al arquero entrado en años y se puso la pilcha del Matador. Una lesión en casi la mitad del torneo, hizo que debutará Guido Herrera y Caranta jamás recuperó la titularidad.
Sin embargo, siguió siendo un líder dentro del plantel y un ejemplo de profesionalismo, entrenando a la par de cualquier pibe. Aún retumba en el vestuario de All Boys, la arenga de Caranta para el ascenso tan ansiado en Barrio Jardín. Fue importante en el paso de Medina por la institución y adquirió conocimientos.
Ante su retiro, Fassi le tenía reservado la reserva para que fuera su primer paso como entrenador. Pero apareció Instituto y la posibilidad de dirigir un primer plantel. Caranta aceptó el desafío, saltando casilleros pero nunca dejó de ser hombre de confianza de Fassi y su vuelta al club siempre está latente. En la Gloria no le fue bien desde los resultados, pero por capacidad, pensamiento y la forma de expresar sus ideas, Caranta es un alumno del proceso Fassi y está siempre la posibilidad, que en algún momento los caminos del 1 y Talleres se vuelvan a cruzar.
El ídolo
La llegada de Pablo Horacio Guiñazú revolucionó Talleres. Ídolo de Independiente, de Inter de Porto Alegre y un hombre de Selección, el Cholo llegó a Córdoba a cumplir el sueño de su papá: que el hijo juegue en Talleres. Pero no vino solo a eso, Guiñazú se convirtió en ídolo. Superó una lesión grave en la pre temporada y ya en el Nacional, clavó el gol del ascenso y fue directo al Olimpo de los ídolos eternos.
El Cholo fue baluarte y capitán en Primera, dejando un enorme legado. Dejó la actividad profesional mientras Juan Pablo Vojvoda era el entrenador. Fassi siempre lo quiso en la estructura del Club. Fue así que se sumó al cuerpo técnico de Alexander Medina y allí adquirió lo que necesitaba para lanzarse a la aventura de la dirección técnica.
Se fue de Talleres por cuestiones particulares y con el tiempo, tuvo su primera experiencia en el banco de Atlético Tucumán. Los resultados no le fueron favorables y dejó el banco tucumano. Hace días, sonó como posibilidad en Estudiantes de Río IV. Todos saben que Guiñazú y Talleres se volverán a cruzar. El cuando, es lo que nadie se anima a suponer.
Contra reloj
La Copa Libertadores está a la vuelta de la esquina. En unos días será el sorteo y Talleres deberá diagramar su aventura continental, para lograr su objetivo: pasar de ronda y jugar Octavos de final. La necesidad de un entrenador definitivo apremia más que nunca.
Fassi quiere que el entrenador este antes del sorteo de la Copa. Andrés quiere un técnico con 150 partidos en primera, pero ha recibido tantos NO que empieza a mirar para dentro del proyecto. Hoyos también fue una apuesta y salió mal, pero la mayoría de las apuestas de Andrés Fassi le trajeron satisfacciones a Talleres. Capaz le llegó la hora a los hijos del proceso. El futuro ya está entre nosotros.