El otro lado del conflicto
Después de un sinfín de idas y vueltas, pareciera que el final dela historia está cerca. Talleres intima a Juan Cruz Komar a presentarse nuevamente a entrenar y parece que, en esa acción, se explica todo. ¿realmente se explica que pasó? Claro que no, las dudas sobre lo sucedido son las mismas, solo que ahora, Rosario Central dio por terminada la negociación para sumar al zaguero. Entonces Talleres intimando al jugador, lo expone en su falta ante el contrato, pero el escepticismo con el que se maneja el club de barrio Jardín, deja de lado mucho de lo que realmente pasó. ¿Qué pasó? En esta columna intentaremos dar la versión que nadie escucha y que mucho menos se intenta investigar, leer entre líneas o porque no, interpretar los silencios.
Talleres particularmente maneja la comunicación, a su antojo. Lo que quiere comunicar, lo comunica y lo que quiere que no se sepa, no se sabrá nunca. Desde las lesiones hasta que jugadores dieron positivo de Covid, Talleres siempre ocultó información. Nunca le intereso que las cosas fueran claras, ni para el periodismo, ni para el socio. Siempre quedó todo a interpretación o según “la cara del cliente”. Claro, quienes defienden a ultranza la gestión Fassi, suelen encontrar fácilmente, los porque y las razones a toda falta de claridad sobre un tema. Es más, colegas que simpatizan con la gestión, pedían horrorizados que no se “mal informe” con respecto a la contratación del Entrenador. Se molestaban de que hubiera danza de nombres, entre los demás periodistas o peor, que se dijera con nombre y apellido quienes eran los entrenadores con los que la T tuvo contacto. Era una molestia que la prensa intentara sacar conclusiones y peor, que echara a rodar las mismas. Lo llamativo es que en el caso Komar todas las partes hicieron silencio. Y no me refiero a los protagonistas, sino a aquellos “comisarios” del periodismo que le “permitieron” a los colegas e hinchas sacar todo tipo de conclusiones. Hoy intimidación mediante salen todos a decir que se comprueba que Komar estaba en falta, pero nadie se va preguntar ¿Por qué recién hoy se lo intimida al jugador? No, nadie se lo va preguntar porque habría que excavar donde no quieren. ¿Qué temen encontrar? Tal vez, lo más cercano a la verdad.
Komar tiene la intención de jugar en Rosario Central, club del que es hincha. El jugador contaba con la palabra de Andrés Fassi, de que el haría su parte para que Juan Cruz cumpliera su sueño. El jugador viaja a Rosario con el conocimiento del presidente después de una acalorada charla. La intención de Komar es acercar las partes para que el pase se lleve a cabo y todos salgan beneficiados. Tal era la confianza en la palabra del presidente, que Komar creyó que todo sería un trámite y se fue a Rosario. Pero todo sufrió un vuelco cuando las dirigencias de ambos clubes se sentaron a negociar. Hubo un pedido de Talleres que Central no aceptó y fue entonces que la opción “dinero más el porcentaje de Villagra” empezó a tomar forma. Pero este aquí, que el valor en que tazó Talleres a Komar es imposible para el fútbol argentino. Allí empezó toda a empantanarse. Es más, el representante del jugador hizo ver que el valor en que Talleres lo tazó al jugador ni siquiera se condice con el salario que cobra Komar. Claramente, al no obtener Talleres lo que quería la negociación no se haría. Ante la situación de que el monto pedido por Komar era para todos excesivos, mágicamente aparece la oferta de Bulgaria por un dineral y se “filtra” que Talleres acepta la oferta. Si, en Talleres se filtra información, según a quien convenga. Fassi sabe que Komar no quiere irse a otro lado que no sea Central y lo expone públicamente al jugador, señal de que la relación está rota. Es cierto que Fassi debe cuidar el patrimonio del club, pero también es cierto que un jugador es un empleado y no un esclavo, además que la palabra vale. Así también le paso a Alexander Medina al que le dieron la palabra de que no vendían ningún jugador mas y Federico Navarro se fue al otro día. No es la primera vez que a Komar de una u otra manera le niegan la posibilidad de salir. Todo esto es lo que nadie quiso contar de la historia de Komar. Se miró para otro lado, se dejó expuesto al jugador, nadie quiso ir mas allá.
A Juan Cruz Komar se lo dejo librado a su suerte. El Club y su silencio habitual y el jugador sin poder declarar por ser empleado del club. Entonces llego la selva de las redes sociales donde ningún periodista pidió “no sacar conclusiones”. Le dieron por todos lados a Komar. Por gustos futbolísticos, por no tener cara de malo y obvio por lo ideológico. “Que queres si es kirchnerista”, “los K siempre destiñen” y varios mensajes más, teñidos de esas tipologías. Juan Cruz Komar es el bicho raro del fútbol, que por suerte existen. Tipos pensantes, comprometidos con la realidad y con los pies en la tierra. Tipos que enorgullecen y dignifican la profesión. Lo tildan de K despectivamente, pero capaz sea la razón para enfrentar a los poderosos y a no darse por vencido nunca. Lo sueños siempre se cumplen y el que abandona la lucha, no tiene premio.