Por Fabiana Velázquez
Luego de las gestiones del empresario Luis Grillo para que Guido Herrera logre rescindir contrato con el Yeni Malatyaspor de Turquía, el cordobés volvió a ser el arquero titular en Talleres de Córdoba en la victoria ante Patronato en el debut de la Copa de La Liga Profesional. “Fue especial. Fueron muchos meses sin un partido oficial y sentí una presión enorme, pero sana”, señaló.
En diálogo con Futbolemico, expresó las razones por las cuales decidió quedarse en el club. “Me pude haber apurado, no era la mejor elección. Una vez que pisé Córdoba, di por cerrado Turquía”.
“Estoy en un lugar donde me siento muy cómodo, donde sé que me puedo potenciar. Necesitaba disfrutar el día a día, estar feliz. Iba a entrenar porque amo el fútbol y me apasiona muchísimo pero no lo disfrutaba como lo disfruto acá. Yo le decía a mi representante que necesitaba eso”, confesó.
Respecto a las diferencias con el entrenador turco y las pocas actuaciones en el club, en una charla que mantuvo con el técnico confesó que “por más que en las prácticas sea un animal, no iba a tener posibilidad”. “Es muy difícil ir a entrenar todos los días sabiendo que no te iban a poner, repercute mucho en la cabeza”.
“Me fui en un momento de incertidumbre. En Turquía no jugué lo que yo quise, pero lo dejé atrás y estoy mentalizado en lo que viene”, declaró el arquero del Matador.
Posterior a su desvinculación con el Yeni Malatyaspor afirmó que mantuvo una charla con el “Cacique” Medina para lograr quedarse en el equipo de Barrio Jardín y en los detalles de la charla reconoció que “tenía en claro que el que está mejor va a jugar, no hay nombres, no hay nada, por eso el grupo está cómo está”, y agregó: “uno tiene que ganarse su lugar y pelearla, nadie te garantiza nada, es todo trabajo”.