Boxeo
‘Tigresa’ Acuña: “No me tuve que adaptar al boxeo, los hombres tuvieron que adaptarse a ver una mujer boxeando”

Si bien ya ha manifestado su deseo por colgar los guantes, Marcela “La Tigresa” Acuña confirmó que seguirá defendiendo el título de campeona mundial.
A pesar de su inactividad por causa de la pandemia, la Tigresa está a la espera de la reapertura de los gimnasios para volver a retomar los entrenamientos y poder disputar sus últimas peleas antes de su retiro. En un Facebook Live de Planeta Sport habló sobre su pasado y de su gran lucha por el derecho de la mujer en el mundo del deporte.
– ¿Cómo fue entrar al mundo del boxeo y por qué tomaste esa decisión?
Desde que tengo siete años empecé a practicar full contact (boxeo con patadas) y cuando vi a Christy Martin por televisión, mi referente y mi imagen a seguir, dije eso es lo que yo quiero ser, quiero ser campeona mundial y que todas mis peleas sean televisadas en todo el mundo.
Cuando empecé a practicar ese deporte, el reglamento femenino no existía, fue muy difícil poder entrenar y convencer a la dirigencia de la Federación Argentina de Boxeo e ingresar al mundo del boxeo. Pero con la ayuda de mi marido, de mi familia y la perseverancia que me caracteriza empecé a entrenar y buscar la forma que la reglamentación para las mujeres existiera.
– El sueño de tu madre era que seas bailarina, ¿en esa época fue difícil decirle que querías ser boxeadora?
Mi mamá quería que yo sea bailarina de danzas españolas, fue muy duro decirle que ese no era mi sueño, sino el suyo. Lo mío pasaba por otro lado sin escalas. Para ella fue fuerte pero me entendió, me acompañó y fue mi fan número uno, acompañándome y cuidándome con las dietas. Si no tenía su apoyo tal vez no hubiera llegado a ser campeona.
– ¿Qué pensas del feminismo?, ¿te representa?
Si en esa época los movimientos de mujeres hubiera sido como ahora, la aceptación del boxeo y el visto bueno a la reglamentación hubiese ocurrido años anteriores, la sociedad habría entendido que tenemos el mismo derecho de poder hacer lo mismo que los hombres. Me acompañarían muchas más mujeres y no habría sido la única mujer queriendo boxear en el país.
No me gusta encasillarme o ponerme un titulo. Estoy a favor de todos los movimientos de mujeres que pelean por el derecho de igualdad entre el hombre y la mujer. No considero ser superior o mejor que los hombres, somos iguales y necesitamos los mismos derechos.
Aunque hemos logrado muchas cosas dentro del deporte, de la sociedad y de la política, hay que seguir luchando entre todas y con las nuevas generaciones para que todo sea natural y nadie se asuste por ver a una nena jugar al fútbol o boxeando, o que un nene quiera hacer danzas. Estoy trabajando en eso para que todos podamos hacer lo que sintamos y nos gusta sin prejuicios por una sociedad que impone estereotipos que, en realidad, no existen. Yo lo sufrí y no quiero que las futuras generaciones pasen por lo mismo.
– ¿Te costó la aceptación o adaptación al boxeo?
No me tuve que adaptar a nada, los que se tuvieron que adaptar fueron los hombres al sentirse invadidos. El boxeo se tuvo que adaptar a la mujer, es algo muy loco pero sucedió.
Diecinueve años atrás tenía a la sociedad, al periodismo y a la dirigencia de la FAB en contra para poder entrenar y me lo hicieron sentir. Hoy es todo diferente y más fácil con la aparición de todas las mujeres que tienen las mismas ideas y sueños que tengo yo. Hice oídos sordos y apunté hacia mis objetivos, de esa manera logré el respeto y admiración de los hombres, de la FAB yde la gente que pensó que no iba a lograr nada.

Jóvenes pugilistas de Córdoba formaron parte del Campeonato de nuevos valores.
Se destaca la presencia del oriundo de San Francisco, Agustín Paredes. El boxeador de 19 años (categoría hasta 69 Kg.), tuvo una buena performance en el desarrollo del torneo, que en cuartos de final lo puso cara a cara con Marcos Castro, en fallo unánime ganó por puntos en tres asaltos.
Luego en semifinales se midió con Mayco Rosales, quien lo superó por puntos, en una decisión que no dejó conforme al rincón de Paredes. Más allá de haber quedado al margen de la definición del certamen, el púgil valoró la experiencia que se le brinda a quienes inician en la actividad.
“Después de tres años entrenando en el gimnasio, se dio la posibilidad del debut y eso es lo más importante. Estoy muy agradecido a Patricio Montenegro que es mi técnico, a mi compañero Richard Núñez y a toda la gente que me ha ayudado para poder subir al ring de la mejor manera”
Agustín Paredes
El boxeador cordobés terminó el secundario y decidió volcarse de lleno a este deporte. “Fui descubriendo el boxeo y hoy siento que es mi lugar. Como profesionales siempre me gustó el estilo de Maravilla Martinez y Floyd Mayweather, pero mi más claro ejemplo como boxeador, persona y deportista disciplinado, es mi compañero Máximo Núñez, de quien aprendo algo nuevo todos los días” destacó.
Finalmente dedicó un párrafo especial para el gremio Asociación Trabajadores del Estado (ATE). “El gremio ATE fue el único que se acercó desinteresadamente a darme una mano y eso fue muy importante para mí, porque para un boxeador que recién comienza es muy difícil. Ellos me apoyaron en todo el torneo y fue un orgullo poder representarlos” cerró.
En este mes de noviembre se desarrollará en el Gimnasio de Asociación Civil de Técnicos de Boxeo de la Provincia de Córdoba, la última reunión boxística para definir a los ganadores de cada una de las categorías.

Brian Castaño fue derrotado por Jermell Charlo en Los Ángeles. El décimo round fue el fin de las ilusiones para el argentino.
El bonaerense Brian Castaño perdió su título mundial y revocó su invicto profesional en el Dignity Health Sports Park de Carson California. Jermell Charlo lo noqueó en el décimo round tras dos combinaciones letales y se consagró como el máximo campeón unificado superwelter, acumulando cuatro cinturones de primera línea: Organización Mundial de Boxeo (OMB), Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Federación Internacional de Boxeo (FIB) y Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
La campana diez todavía resuena. El Argentino dominó el centro del cuadrilátero, pero el estadounidense jugó a la calesita yendo de aquí para allá por la cuerdas. Los golpes decisivos fueron en primer lugar un uppercut derecho colocado a la altura del pecho, que se potenció con un cross por el flanco izquierdo y la rodilla del Boxi tocó el piso. Jerry Cantú abrió el conteo y le dio una segunda oportunidad a Castaño.
Tras levantarse y respirar profundo, Jermell inició la combinación que dio el punto final al combate. Desde el centro al rincón neutral fueron cuatro golpes de traslado, izquierda, derecha, izquierda como dicen las órdenes de desfile y un último impacto al hígado para rematar. El tercer golpe fue un Jab de zurda que hizo temblar la cabeza del argentino y no hubo vuelta atrás.
Veníamos viendo una pelea medida, calma, sin mucho lujo y sin golpes de potencia. En el comentario surgió “cantidad no es calidad” y eso fue el punto clave que determinó el resultado. El Boxi vino con una preparación menor a Iron Man, se notó claramente luego del sexto round. Ahora a “hacer los deberes” dijo el relator y mandó al argentino a comenzar nuevamente.
La palabra de Brian Castaño tras la derrota contra Jermell Charlo:
“Lamentablemente me enganchó en un momento donde me confié, entró justo una mano. Mi esquina me gritaba cubrite bien, trata de no bajar las manos, pero cuando se mueven para todos lados hay que meter presión, bien cubierto. Me toco ir al piso, a la lona, no me pude recuperar, se dio como se dio. Intenté no defraudar a la gente, dar espectáculo, lamentablemente se tuvo que dar así, son cosas que pasan, este deporte es así, un deporte duro. Gracias a toda la gente que me hizo el aguante, estoy un poco desilusionado por mi performance, le mando un abrazo grande a todos los argentinos, todos los latinos, la próxima saldremos con la victoria”.

Narváez, un apellido que pega fuerte en la historia deportiva a nivel mundial.
Transmisión de pasiones. De padre a hijo, la tradición pugilística se ha hecho sangre. Omar Narváez, campeón del mundo en categoría Mosca y Súper Mosca consagrado con 29 defensas exitosas, es el actual entrenador de la delegación Argentina de boxeo. Entre sus pupilos se divisa al joven Junior, su hijo, que busca continuar con la herencia deportiva.

Junior Narváez debutó en los III Juegos Sudamericanos de la Juventud este jueves en el ring dispuesto en el pabellón C de La Rural. La categoría 49-52 kg es un peso que permite lucir la agilidad, velocidad y técnica fina de los deportistas. Si bien el combate se plateó con mucha avidez, el hijo del “Huracán” perdió ante el colombiano Miguel Ospina por cuartos de final y no pudo avanzar a semis.
En la esquina del cuadrilátero, al sonar la campana, el rincón no solo tenía el consejo estratégico sino que remitía a casa. Aunque la relación fuera del hogar es de deportista y entrenador siempre los unirá el gen. Sin embargo, Omar y Junior decidieron transitar juntos esta nueva etapa.
De generación en generación la pasión y el talento pisan firme. El legado familiar esta presente para ajustar los cordones de los guantes y generar muchas expectativas a futuro. El joven de 17 años eligió recorrer su camino por el boxeo como su padre y se plantó con orgullo vistiendo de celeste y blanco.
El campeón mundial comenzó a trabajar con la selección al finalizar su carrera deportiva competitiva, hace ya tres años. Omar fue olímpico en Atlanta 1996 y Sydney 2000. Junior, dio inicio a sus participaciones en eventos multidisciplinarios en Rosario 2022. Tal vez a futuro se repita la convocatoria para formar parte de una nueva delegación argentina. Poder acompañarse mutuamente genera ilusiones y este fue un gran comienzo.