El 17 de agosto de 2005, Lionel Messi debutaba en la selección mayor con una expulsión récord en 47 segundos. A 17 años de aquel amistoso con Hungría, “la Pulga” disfruta de su mejor momento en el representativo de la AFA y se prepara para disputar su quinta Copa del Mundo en Qatar.
“Él lloraba mucho, no paraba de llorar”, recuerda Hugo Tocalli, el único cordobés que fue testigo directo del debut de Lionel Messi en el seleccionado mayor de Argentina. Al oriundo de Monte Buey le tocó ser protagonista, como asistente del entrenador José Pekerman, de un capítulo clave de la historia del fútbol mundial. “Todos sus compañeros se acercaron para tratar de consolarlo. Fue un muy buen gesto que tuvo el grupo”, agrega el exarquero al rememorar el partido amistoso que el 17 de agosto de 2005 Argentina le ganó 2-1 a Hungría, en el Estadio Puskas Arena de Budapest.
La presentación de “la Pulga” apenas duró 47 segundos, los que pasaron entre su ingreso a la cancha en reemplazo de Lisandro “Licha” López y el momento en que el odontólogo alemán Markus Merk (elegido ese año como el mejor árbitro de la FIFA) le mostro la tarjeta roja. El retiro anticipado se debió a un supuesto manotazo en la cara sobre el defensor Vilmos Vanczák, que lo tironeó de la camiseta cuando recibió un pase de Lucas Bernardi y tocó su primera y única pelota en ese partido.
Cuenta también Tocalli que aquel “pibe del Barcelona que era muy buen jugador” no tenía consuelo en el vestuario, y que recién logró serenarse cuando le dijeron que se quedara tranquilo, que la opinión de cuerpo técnico sobre él no cambiaría por aquella prematura e injusta expulsión -de hecho, su primera “roja” a nivel de clubes sería en su partido número 753 con la camiseta del Barcelona de España- y que estaría entre los convocados para los siguientes compromisos del representativo de la AFA.
Por esos días, Instituto era el único representante cordobés en la Primera División de la AFA y se preparaba para recibir a Olimpo de Bahía Blanca, mientras que Belgrano afrontaba sus compromisos iniciales en una B Nacional donde compartía cartelera con Talleres. Al final de la temporada, habría enroque de categoría entre gloriosos y piratas. Desde entonces, los albirrojos nunca volverían a la máxima divisional, y los celestes bajarían, subirían y nuevamente caerían a la segunda categoría.
Sueños en ascenso
Tampoco paró de llorar Messi el 10 de julio de 2021, luego del “Maracanazo” que le permitió al seleccionado albiceleste recuperar la Copa América después de 28 años. Como aquella tarde en Budapest, el capitán del conjunto argentino fue el destinatario de todos los abrazos. El más emotivo de todos fue con Lionel Scaloni, el DT que había sido su compañero, y principal defensor frente al inflexible referí teutón, en aquel lejano debut en Hungría. “Lo busqué hace mucho, soné con esto y es un momento único por cómo se dio”, declaró tras el 1-0 frente a Brasil.
Aquella victoria con gol de Ángel Di María le permitió al elenco nacional recuperar su idilio con la gente y encarar con mayores expectativas su camino hacia Qatar 2022. Y a Messi, sacarse ese estigma de que “no ganó nada” con el seleccionado de nuestro país, una afirmación tan exitista como arbitraria, teniendo en cuenta la vuelta olímpica con el Sub 20 de Países Bajos 2005 y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Desde su presentación en el equipo mayor de la AFA, de la que esta semana se cumplen 17 años, “la Pulga” acumula 163 partidos, con el siguiente detalle: 61 de Eliminatorias, 48 amistosos, 34 de Copa América, 19 de Mundiales y una Finalissima. No sólo eso: se convirtió en el máximo goleador de nuestro seleccionado, con 86 tantos, y brindó 48 asistencias.
El país futbolero espera que no haya dos sin tres, y que luego de sus consagraciones en el torneo sudamericano ante Brasil en Río de Janeiro y en el duelo intercontinental de Wembley frente a Italia, Messi pueda levantar otra Copa en Qatar, donde jugará su quinta (¿y última?) Copa del Mundo.
La provincia futbolera, mientras tanto, aspira a que el puntapié inaugural en Doha sea la continuidad de otra fiesta: el ascenso de dos de sus equipos a la Liga Profesional. En eso están Belgrano e Instituto, que palpitan su propia Finalissima anticipada en una temporada que los tiene como animadores después de algunos años de ostracismo. Uno de los dos podría ascender el 8 de octubre y otro podría dar el gran salto justo en la previa del Mundial.
De Pekin 2008 a Paris 2024, experiencias que no son las mimas pero que están bañadas en oro. Juan Curuchet y José Torres están unidos por el deporte sobre dos ruedas. Aunque son diferentes diciplinas ambos tuvieron la posibilidad de vivir las Olimpiadas desde adentro y escuchar el himno en lo más alto del podio.
En esta ocasión el apoyo de Curuchet, junto a otros medallistas argentinos como Santiago Lange y Paula Pareto, fueron clave para la delegación argentina. Una vez retirados del alto rendimiento, los atletas, trabajan unidos para trasmitir el legado y mejorar las condiciones del deporte olímpico.
“El – José Torres – me dijo medalla o yeso”
¿Como viviste los Juegos Olímpicos desde adentro?
En particular en este juego, comparado con los otros que estuviste, como lo viste?
“De los 9 Juegos Olímpicos que estuve este no me gustó, por lo que sienten los atletas”
Te vimos acompañando a “Maligno” Torres, ¿como fue el momento de la final?
Se está cerrando un ciclo de varios deportistas, sobre todo en los deportes grupales. ¿Como crees que impacte el recambio, que crees que se venga para la delegación?
¿Que crees que te enseño el deporte y que le dejaste vos a tu diciplina?
¿Como ves la financiación/organización del deporte actualmente y la factibilidad de desarrollar una carrera deportiva en el país?
“Todos los dirigentes tendremos y tendrán que luchar porque nuestros atletas tengan las cosas para cumplir sus sueños. Que cuando vos estés frente a un rival la diferencia sea que el otro sea mejor y no porque tenga mejor infraestructura”
La despedida de “Los Pumas” de los Juegos Olímpicos estuvo cargada de emociones. Gastón Revol, emblema del equipo, jugó su ultimo partido vistiendo la albiceleste tras una larga trayectoria. El jugador cordobés estuvo presente en tres olimpiadas y fue medallista de bronce en Tokio 2020+1. Además presenció más de 100 fechas del circuito Seven teniendo grandes actuaciones; con lo cual su salida no significa una solo despedida, sino que se convierte en un antes y un después en la selección de rugby argentina.
“Ya no tenia más nada para darle al equipo, porque no tenia más energía. Fueron muchos años, mucho tiempo, mucha energía puesta en este equipo”