El seleccionado argentino busca otra revancha en Tokio.
Con el envión de la vuelta olímpica que dio en la Copa América, el fútbol argentino va por el desafío de reencontrarse con otro logro esquivo de los últimos tiempos. De la también olímpica última medalla de oro no pasaron 28 años, sino bastante menos Casi la mitad. Tampoco es poca cosa.
En el podio de Beijing 2008, arriba de todos, estuvieron entre otros Lionel Messi, Ángel Di María y Sergio Agüero, hoy integrantes de esa Vieja Guardia. Que para el imaginario popular y el rebusque mediático “no había ganado nada” con la camiseta albiceleste hasta el Maracanazo de un par de semanas atrás.
Riquelme también fue feliz en aquella experiencia asiática que la selección de la AFA transitó invicto para repetir el logro de cuatro años antes en Grecia. Aquel grito sagrado de Atenas 2004, con el equipo que dirigió Marcelo Bielsa y que tuvo a los tres campeones cordobeses de la historia de los Juegos: Mauro Rosales, Nicolás Burdisso y Fabricio Coloccini.
No son los únicos futbolistas mediterráneos que se colgaron una presea: Carlos “Chiquito” y/o “Pichón” Bossio y Claudio “Piojo” López se llevaron a plata en Atlanta 1996. El 2-3 ante la Nigeria de Okocha, Kanu y Amokachi selló el segundo 2° puesto de Argentina en los Juegos.
El primero fue en 1928. La tribuna Amsterdam del Estadio Centenario de Montevideo es un homenaje a los mejores de ese certamen, que tuvo dos finales en Países Bajos y un tercer tiempo en Francia. Invitados por Carlos Gardel, uruguayos y argentinos hicieron escala en Paris para compartir una cena que, luego de los postres, terminó con un player charrúa “cabeceando” el Stradivarius que le habían prestado a Raimundo “Mumo” Orsi, aquel wing izquierdo nuestro tan virtuoso con la pelota como con el violín.
Haciendo historia
La serie olímpica del fútbol argentino registra 35 partidos, con 22 victorias, 6 empates y 7 derrotas, en ocho capítulos que completan los de Roma 1960, Tokio 1964, Seúl 1988 y Río de Janeiro 2016.
Javier Mascherano, partícipe en los dos campeonatos olímpicos, sobresale en una larga lista de jugadores con otro embajador cordobés (Cristian Pavón) y nombres y apellidos ilustres como Marcelo Gallardo, Hernán Crespo, Diego Simeone, Luis Islas, Roberto Ayala, los Carlos Bilardo y Tevez o Roberto Perfumo.
“El Mariscal” fue uno de los que formó parte de la competencia japonesa de hace 57 años, que para los nuestros fue debut con empate ante Ghana y despedida con derrota frente al cuadro anfitrión. Aquel representativo albiceleste ostenta otro triste registro: cobijó en sus filas a Juan Nazareno Risso, un exmediocampista de Gimnasia y Esgrima La Plata que tras colgar los botines se enroló en la policía y en la última dictadura militar integró las filas del represor Miguel Etchecolatz. Hoy cumple prisión domiciliaria, procesado por delitos de lesa humanidad.
Entre los 22 convocados por Fernando Batista (“el Bocha”; hermano del “Checho”, DT campeón en Beijing 2008) hay cuatro cordobeses: el arquero Joaquín Blázquez, los mediocampistas Santiago Colombatto y Martín Payero y el delantero Adolfo Gaich. Blázquez, que nació en Luque hace 20 años, defendió el arco argentino en el Mundial Juvenil de Polonia 2019 y en el Preolímpico de Colombia 2020 y jugó dos partidos en la primera de Talleres, hará historia como el primer futbolista perteneciente a un club cordobés que participará en la competencia de los cinco anillos. Un hito que demoró cuatro décadas la táctica y la estrategia de la Casa Blanca.
El boicot agitado por el expresidente estadounidense Jimmy Carter dejó fuera de los Juegos de 1980 a ocho valores de la “T”: Oscar Quiroga, Eduardo Astudillo, Víctor Binello, Victorio Ocaño, Luis Arrieta, Luis Ludueña, Ángel Bocanelli y Guillermo Hoyos. También a Luis Oropel y Juan José Meza (Instituto); Enrique Veloso y Roberto Gasparini (Racing) y Enrique Nieto (Argentino Peñarol). Doce apóstoles del fútbol cordobés que, sin comerla ni beberla, se quedaron con las ganas de refrendar en Moscú el título de campeón atesorado en otro Preolímpico de Colombia.
La selección Argentina de Lionel Scaloni tiene su primera prueba esta noche, en la gira por Estados Unidos, en esta fecha FIFA.
La selección saltará a la cancha a las 21 de Argentina para enfrentar a El Salvador en la ciudad de Philadelphia. Si bien no hay confirmación del 11 inicial se prevé que el Entrenador pueda darle rodaje a nombres particulares y resguarde algunos de la base “titular” para el martes frente a Costa Rica.
Dentro de las incógnitas, si se pudo saber que serán de la partida Nehuen Perez y Leandro Paredes como novedades. También, que Nahuel Molina, Nicolas Otamendi, Alexis Mc allister y Julian Alvarez, no serán de la partida, al menos desde el comienzo, el día de hoy.
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Belgrano regresó a las prácticas luego de sus días de descanso tras la finalización del Torneo de la Copa de la Liga. El Pirata se prepara para jugar un torneo internacional amistoso en Uruguay.
El equipo de Barrio Alberdi volvió a entrenar en el Predio de Villa Esquiú de cara a la triple competencia que tendrá la “B” en el 2024: Copa Argentina, Copa de la Liga y Copa Sudamericana.
El entrenador Guillermo Farré que renovó contrato por un año más dirigió la práctica.
Los futbolistas realizaron trabajos físicos y de coordinación en la mañana del miércoles.
Los ausentes que finalizaron sus contratos fueron Francisco Oliver, Lucas Diarte, Andrés Amaya, Diego Novaretti y el defensor Erik Godoy que no renovará con el club.
En cuanto a posibles refuerzos suenan Francisco González Metilli e Iván Gómez de Estudiantes de La Plata a quien le hicieron una oferta y fue rechazada por el club pincharrata. Belgrano haría un nuevo intento por el jugador de 26 años que jugó en Newells donde disputó 42 partidos, marcó dos goles y dió dos asistencias.
Además, el club de Barrio Alberdi oficializó la continuidad de Franco Jara. El delantero de 35 años continuará al menos hasta diciembre de 2024.
Los jugadores entrenarán este viernes en doble turno y trabajarán en Villa Esquiú hasta el sábado 30 inclusive cuando serán licenciados hasta después de las fiestas de fin de año para encarar la parte más dura de la pretemporada.