Desde la óptica psicoanalítica Ricardo Antonowicz analizó la realidad de los jugadores de fútbol y como influyen las presiones externas en su carrera.

Su trayectoria en el mundo de la redonda le ha dejado muchas conclusiones que siempre son pertinentes de traer a las conversaciones. Como docente en Asociación Argentina de Árbitros y a través de los múltiples clubes que transitó su contacto con el mundo deportivo es muy estrecho.

Algunas generaciones de jugadores de Platense, Armenio, Excursionistas, Ferro e Independiente llevan el sello de Antonowicz. Y por supuesto recalcó que tener la figura de un psicólogo deportivo en un equipo también es por la voluntad de un cuerpo técnico que no solo se preocupa por lo físico, sino que considera al jugador como un ser integral.

La industria repite patrones: “los jugadores de fútbol entrenan desde chiquitos y hacen una vida muy sacrificada para tener esa fortaleza de grandes. El fútbol es un negocio y arranca con los niños”.

Además hizo la aclaración de que el fútbol es un trabajo y requiere responsabilidades sobre un panorama de incertidumbre. “El técnico es el que decide en la niebla, lo probable, lo que puede suceder. El fútbol tiene una característica, tiene un inicio pero desconocemos el final. Se asemeja mucho a la vida, desconocemos el final y lo que atrapa es esa cuestión. Entonces empezamos a ilusionarnos, a proyectar a buscar amuletos, supersticiones para soportar los resultados. Todos esperamos la fiesta, pero los jugadores de acuerdo a como se prepararon es como lo pueden afrontar” afirmó Antonowicz.

La presión externa sobre las expectativas, y más en un mundial, influyen directamente en el equipo. Sin embargo, cada persona lo vivencia de forma diferente y de eso dependen en gran medida los resultados. Algunas personas funcionan mejor bajo presión y otras no, pero ambas opciones son totalmente validas.

“Todos los seres humanos nacemos de otro, no nacemos individualmente. Entonces necesitamos ubicar a alguien en algún lugar que nos represente, un otro que representamos como alguien importante. Cuando a ese le va bien nos llenamos de alegría, pero cuando a ese le va mal lo sentimos como un fracaso propio. Nosotros depositamos expectativas en otro”.

Victoria y derrota ¿Con cual se gana más?

En la vida y en el deporte la vara sube o baja en términos de éxitos o fracasos. ¿Pero quién los determina? ¿Es una definición personal o colectiva? ¿Es abstraída o depende del entorno?

“Con los años uno va aprendiendo lo que es la frustración, la derrota. Es mucho más importante la derrota, vos aprendes, se aprende a perder. Ganar es efímero, es un globo que vos inflas y te lo pinchan, eso se acaba rápidamente. Después comienza el nuevo trabajo para inflar el globo y puede ser que llegue a lo que a vos te parece en un momento determinado de tu vida”.

Llegar a tal o cual resultado involucra un proceso, a veces largo, otras más corto, con más o menos desafíos, pero proceso al fin. Cuando ese trayecto se hace con herramientas es mucho más sencillo transitarlo.

“Si vos pones tu deseo en la actividad que vos haces podes soportar cualquier cosa, ahora si vas obligado o sin ganas seguramente lo vas a padecer. El jugador de fútbol disfruta de ser jugador, aunque eso depende de cada uno y de la presión particular”.