En la previa del Superclásico Argentino, Sebastián Rambert habló en exclusiva con GOLANDPOP.
Sebastián es uno de los pocos jugadores de la historia que vistió tres de las camisetas de los ‘cinco grandes’ de Argentina. Boca, River e Independiente fueron los clubes que apuntalaron su carrera como jugador y le brindaron las enseñanzas para continuar como técnico.
Cuando Rambert llegó al Xeneize en 1996 recién iniciaba un nuevo ciclo, con un recambio enorme, el proceso ese “recién dio frutos en el Boca de Bianchi”. Son cambios a largo plazo donde hay que descubrir la identidad del equipo semana a semana. A diferencia de su paso por el Millonario y el Diablo que ya venían con un plantel sólido y el futbolista llegó a sumar con una idea de juego ya asentada.
Su paso de un club rival a otro fue complicado y en cada establecimiento lo recibieron de formas diferentes. Esos cambios son más duros que otros, hay una presión extra por el resultado y por ponerse la camiseta. Pero sus compañeros aportaron a que la experiencia sea llevadera.
“Siempre es complicado pasar de Boca a River. Primero desde la negociación, desde lo dirigencial, donde siempre exististen dificultades para que las cosas se concrete. Fue complejo el tema y terminó siendo el último pase directo”.
Cuando llegan los clásicos, sea en el equipo que sea, te das cuenta que son semanas especiales, donde los nervios y la carga emocional se hacen protagonistas. Eso no tiene que hacerte pasar de energía porque vienen las lesiones, comentó Rambert. “La preparación tiene que ver con la estrategia y el modelo que tiene cada entrenador para poder afrontar y sorprender a los rivales”.
Para el jugador ya no tiene que ver con los resultados previos o la preparación del equipo sino con las decisiones que se toman para llevarse los tres puntos a casa. En el momento de vestir una o otra casaca el deportista tiene que ser profesional y jugar para su equipo.
Entrevista con Sebastián Rambert, de la mano de Sofía Jaimez Bertazzo en exclusiva para GOLANDPOP.
De Pekin 2008 a Paris 2024, experiencias que no son las mimas pero que están bañadas en oro. Juan Curuchet y José Torres están unidos por el deporte sobre dos ruedas. Aunque son diferentes diciplinas ambos tuvieron la posibilidad de vivir las Olimpiadas desde adentro y escuchar el himno en lo más alto del podio.
En esta ocasión el apoyo de Curuchet, junto a otros medallistas argentinos como Santiago Lange y Paula Pareto, fueron clave para la delegación argentina. Una vez retirados del alto rendimiento, los atletas, trabajan unidos para trasmitir el legado y mejorar las condiciones del deporte olímpico.
“El – José Torres – me dijo medalla o yeso”
¿Como viviste los Juegos Olímpicos desde adentro?
En particular en este juego, comparado con los otros que estuviste, como lo viste?
“De los 9 Juegos Olímpicos que estuve este no me gustó, por lo que sienten los atletas”
Te vimos acompañando a “Maligno” Torres, ¿como fue el momento de la final?
Se está cerrando un ciclo de varios deportistas, sobre todo en los deportes grupales. ¿Como crees que impacte el recambio, que crees que se venga para la delegación?
¿Que crees que te enseño el deporte y que le dejaste vos a tu diciplina?
¿Como ves la financiación/organización del deporte actualmente y la factibilidad de desarrollar una carrera deportiva en el país?
“Todos los dirigentes tendremos y tendrán que luchar porque nuestros atletas tengan las cosas para cumplir sus sueños. Que cuando vos estés frente a un rival la diferencia sea que el otro sea mejor y no porque tenga mejor infraestructura”
La despedida de “Los Pumas” de los Juegos Olímpicos estuvo cargada de emociones. Gastón Revol, emblema del equipo, jugó su ultimo partido vistiendo la albiceleste tras una larga trayectoria. El jugador cordobés estuvo presente en tres olimpiadas y fue medallista de bronce en Tokio 2020+1. Además presenció más de 100 fechas del circuito Seven teniendo grandes actuaciones; con lo cual su salida no significa una solo despedida, sino que se convierte en un antes y un después en la selección de rugby argentina.
“Ya no tenia más nada para darle al equipo, porque no tenia más energía. Fueron muchos años, mucho tiempo, mucha energía puesta en este equipo”