¿Qué será del futuro de Marcelo Bielsa?
Lo primero que se me viene a la cabeza al pensar en el Leeds de Bielsa es la primera temporada del rosarino en Inglaterra. El ascenso del Leeds debía seguir esperando y llevaría 16 años de paciencia. Sin embargo, Marcelo Bielsa ya había revolucionado el Club. Es que tener al “Loco” en el banco de suplentes es solo una parte del trabajo que hace Bielsa con los equipos que entrena y con los clubes que lo contratan.
Todo se revoluciona. El juego del equipo, las conferencias de prensas, las exigencias del entrenador, las filosofías. Esas filosofías que están lejos del negocio, del resultado por sobre el juego y el rendimiento, eso es lo que hace distinto a Bielsa. Y si bien el resultado no es la vedette, Bielsa sabe que al final de camino es el resultado quien te permite seguir adelante con los proyectos, con las filosofías. Pero que al final, que todo lo tiene, hay otros resultados mas importantes.
Ascenso a la gloria
En la segunda temporada, Bielsa encontró la forma de seguir cambiando la mentalidad, de quienes lo escuchaban en sus conferencias de prensa. En la segunda temporada, Bielsa encontró los resultados. El Leeds volvía a la Premier y Bielsa era amado e idolatrado a niveles exagerados.
Normalmente la idolatría que genera Bielsa y sus métodos, son escenarios guardados para los jugadores, para los que hacen goles, los construyen o los evitan, pero casi nunca son para el entrenador. Claro, usted puede decirme entrenadores idolatrados y le saldrá el nombre de Guardiola, Klopp o Gallardo por estos lares, todos técnicos que ganan. Si, técnicos que construyen su nombre y su espalda a bases de éxitos deportivos.
Bielsa es distinto. Bielsa te revoluciona la ciudad, pero no te asegura ganar el torneo o la Champions y es entonces más meritorio. Pero aquí, Bielsa logro el resultado. Y eso lo sumó a una cima, que no siempre habita el Loco. Lo esperaba la Premier y así podría codearse con esos entrenadores ganadores, desde los resultados.
Bilsa en estado puro
En la premier, Bielsa dejará su marca. Reconocido y admirado por sus colegas, ningún partido del Leeds pasaba desapercibido. Es que más allá de todos lo que lo admiran están sus detractores. Esos que “festejan” con cada tropiezo del rosarino. Esos que remarcan que el curriculum del Loco, está falto de logros.
Ese que marca que no dirige equipos importantes, que no es buscado por los tops europeos. Algunos sostienen que es Bielsa el que no quiere dirigir esos equipos. Dicen que el entrenador quiere ser más importante que el club. Se basan en las excentricidades de Bielsa. Una vez en Lille, se hizo construir una oficina en el estadio. Nadie se imagina pidiendo o exigiéndole cosas a Florentino Pérez, por ejemplo.
Los detractores del entrenador, son de sus propias tierras. Pueden oponerse futbolísticamente a Bielsa, o por no llevar al Mundial a un jugador puntual, o por la eliminación en Corea y Japón en primera ronda, o solamente porque no entra en el resultadismo que maneja la pasión del hincha. Bielsa también vive en esos detractores que lo querían ver descender. Eso no pasó. El Leeds se acomodó a la premier, pero después de una seguidilla de goleadas en contra y en su segunda temporada en primera, Bielsa fue despedido.
¿Y el futuro?
Despedir a Bielsa, no es fácil. No solo despedís al entrenador del equipo, despedís a un prócer de la ciudad. Cuando Bielsa abandone Inglaterra el vacío será inmenso. No habrá conferencias filosóficas, no habrá respuestas que son enseñanzas de vida, no habrá niños entendiendo que el juego está por encima del resultado. No habrá más esos mensajes y el fútbol seguirá rodando en los éxitos de Guardiola, Klopp o Tuchel por allá, en los Gallardo por acá.
Despedir a Bielsa no es fácil, porque no sabes si el seguirá siendo parte del fútbol. Él está Loco por el fútbol y el fútbol cada vez está más loco por ganar. Y si bien todo equipo se presenta para ganar, el balance no debería ser el resultado de la temporada, porque pocos ganan y la mayoría fracasa. En esos fracasos, algunos no aprenden nada y otros se llenan de sabiduría.
Los que se llenan de sabiduría están del lado Bielsa, de la vida, que te enseña que siempre pero siempre hay fútbol más allá del negocio y eso nos devuelve a los orígenes del deporte. El fútbol es un juego y como tal se gana y se pierde. Pero los valores y las formas no se pierden. El Leeds se llenó de todos ellos.