Arrancaron los octavos de final con dos partidos entre selecciones con peso histórico en mundiales y “cenicientas” que completaron una gran fase de grupos. En primer turno Países Bajos terminó superando a los Estados Unidos y luego la selección Argentina hizo lo propio ante Australia.

12:00 – La contundencia tuvo premio

El primer partido de octavos lo jugaron neerlandeses y estadounidenses, a priori, un duelo donde los de naranja eran favoritos pero en lo mostrado hasta el momento ambos estaban parejos. Los yanquis venían de dejar en el camino a Gales e Irán, clasificando por debajo de Inglaterra y jugando un fútbol de gran verticalidad y dinámica. Por el otro lado, los europeos se clasificaron primeros e invictos pero dejando una imagen de inestabilidad en su juego, que se caracterizó por la tenencia y las transiciones lentas.

El partido los tuvo a los de Van Gaal sin dominar pero siendo mucho más contundentes en las áreas que su rival. En el minuto 10, Memphis abrió el marcador en el primer acercamiento de su selección y justo antes del descanso, Blind amplió la ventaja al encontrar una pelota suelta en el área. Estados Unidos, que no dejó de apretar en todo el partido, consiguió recortar distancias en la segunda parte gracias a un tanto de Wright, pero los neerlandeses volvieron a anotar por medio de Dumfries para sellar el 3-1 definitivo.

16:00 – Superior en el juego, corto en el resultado

En el segundo partido salió a la cancha la Selección Argentina para enfrentar a la sorprendente Australia. La albiceleste venía de ganar sus últimos dos encuentros luego de caer en el primero ante Arabia, y los canguros se habían clasificado a los octavos por segunda vez en su historia -la primera fue en 2006- al vencer en la última fecha a la Dinamarca de Eriksen y compañía.

Argentina dominó pero también sufrió. Vencer a Australia no fue fácil, pero finalmente consiguieron el pase a cuartos de final gracias a los goles de Lionel Messi y Julián Álvarez. Casi al terminar un autogol de Enzo Fernández le dio vida a los canguros y el cierre del partido fue frenético.

El encuentro tuvo al seleccionado liderado por Lionel Messi -que llegó a los 1000 partidos jugados- como protagonista durante los 90 minutos. Manejando la pelota casi siempre en campo contrario pero sin poder profundizar por la férrea y ordenada defensa planteada por los oceánicos.

El equipo de Scaloni no se desesperó y siguió intentando con pelota al piso, hasta que a los 35 apareció el capitán para poner el 1 a 0 tras una jugada rápida por la derecha que terminó definiendo con un toque sutil dentro del área. En el segundo tiempo el planteo australiano no cambió a pesar de la derrota parcial, líneas muy juntas y apretar a los volantes.

Pero Argentina siguió manejando la pelota con un Enzo Fernández en gran nivel acompañando por De Paul y Mac Allister. Justamente el jugador de Atlético Madrid fue a presionar en la salida al arquero Ryan y se la dejó servida a Julián Álvarez que tocó al gol para poner el 2 a 0.

Parecía todo resuelto, hasta que tras un remate desviado y posterior rebote en un jugador argentino, los australianos consiguieron el descuento. Lo que siguió fue una gran tapada de Dibu Martínez para salvar el empate y terminar por darle a la selección el merecido pase a cuartos, donde la espera Países Bajos. Y sigue el suelo mundial …