Histórica jornada de un mundial que no para de dar sorpresas y batacazos. Por la tercera y última fecha de los grupos E y F se vivieron finales para el infarto, con la tempranera eliminación de Bélgica que no pudo con Croacia y, posteriormente, la caída del cuatro veces campeón del mundo Alemania.
12:00 – Grupo F, afuera los diablos rojos
En el primer turno se jugaban mano a mano la clasificación dos combinados que llegaban como candidatos a pasar pero que ahora uno debía quedar en el camino. La Croacia de Modric se ubicaba un punto arriba de los belgas, por lo que le servía un empate y una victoria. Los comandados por Kevin De Bruyne, en tanto, debían ganar para pasar a los croatas en la tabla y clasificar a octavos.
El trámite del partido fue muy reñido, con los cuadriculados buscando la victoria más allá de que con el empate les bastaba. Ya sin la fortaleza del mundial anterior, los balcánicos saben que no les sobra nada y depositan en sus hombres experimentados como Perisic y Kovacic sus sueños para lo que viene.
Por el lado de los diablos rojos el partido fue un mar de sinsabores, con su figura y capitán apagado durante todo el certamen, nunca lograron encontrar el rumbo ni quebrar el cero.
Final del sueño para una generación dorada de Bélgica que vio su esplendor en Rusia 2018 pero que llegó con poco combustible a este mundial y ve cómo su etapa más fructífera llega a su fin.
Marruecos hizo su parte
En el duelo que se jugaba a la misma hora en el Estadio Al Thumama, los marroquíes cumplieron al derrotar a la ya eliminada selección canadiense. El trámite fue de rápida resolución para los africanos, que a los 23 del primer tiempo ya ganaban dos a cero con goles de Hakim Ziyech -hombre de Ajax y una de sus figuras- y Nesyri. A los 40 descontarían los rouge de Alphonso Davies, por gol en contra de Aguerd, para cerrar el 2 a 1 definitivo.
Gran mundial para Marruecos, que termina clasificando primero en un grupo que, a priori, no lo tenía en el radar y ahora deberá verse las caras con su vecino, la España de Luis Enrique.
16:00 – Grupo E, un desenlace de locos
En un partido que tuvo de todo la Alemania de Hansi Flick terminó quedándose afuera del mundial por segunda vez consecutiva. Un hecho histórico para una de las selecciones más ganadoras de la historia de los mundiales -ganó 4-, que venía de levantar la copa en 2014 pero que desde allí no hace más que sumar frustraciones.
Esta vez consiguió el triunfo por 4 a 2 sobre Costa Rica pero no le alcanzó por la sorpresiva victoria de Japón ante España. Con jugadores de peso en todas las líneas como Neuer, Gündoğan, Rüdiger, Muller y compañía la selección alemana suma un nuevo fracaso que no tiene explicación desde los nombres.
El encuentro contra los ticos fue un torbellino de nervios, en el que los europeos dominaron casi todo el encuentro pero recién en el segundo tiempo, atacando con ¡7! delanteros, pudieron batir a un Keylor Navas superlativo. Lo ganaba Alemania por uno a cero, luego Costa Rica se lo dio vuelta pero finalmente apareció Havertz para poner en ventaja a los de blanco y decretar la goleada que igualmente no le alcanzó para pasar de ronda.
Sin dudas los teutones deberán replantearse seriamente los procesos y ahondar profundo en qué están haciendo mal para toparse con terrible debacle futbolística que ya lleva 8 años.
Japón y otro batacazo histórico
El segundo partido del grupo E lo jugaron españoles y japoneses que resolvían entre sí su suerte y también la de Alemania. Los orientales llegaban con tres puntos tras la gran victoria en la primera fecha ante los teutones, y España estaba puntera con cuatro, por lo que con un empate le bastaba para pasar de ronda.
En un partido de locos en donde lo que no faltó fue la emoción la furia roja arrancó ganando temprano con gol de Álvaro Morata a los 8 y todo parecía prever que se venía otra goleada gallega. Pero este Japón de los milagros, o más bien de las sorpresas, lo dio vuelta en un abrir y cerrar de ojos para dejar a todos patas para arriba. En una ráfaga de 3 minutos -si, literal- le propinó dos golpazos a los españoles para ponerse arriba en el marcador y también en la tabla del grupo.
El equipo menos pensado lograba lo que nunca nadie había alcanzado en la historia de las copas del mundo, vencer a dos campeones europeos en primera fase de un mismo torneo y revertir el resultado en dos ocasiones ante los mismos rivales. Con la victoria en el bolsillo y aguantando a más no poder los embates españoles, los nipones clasifican primeros y jugarán los octavos contra Croacia.