El hombre que alguna vez controló a distancia los destinos de Talleres
podría dar las hurras tras 18 años como hombre fuerte del Saint Etienne. El
club de Francia descendió con escándalo y ahora se vende al mejor postor.

A Talleres lo fundó un inglés y casi lo funde un mejicano. Entre la designación de Tomas Lawson como primer presidente en la biblioteca Vélez Sarsfield de barrio General Paz (1913) y el final del gerenciamiento de Carlos Ahumada Kurtz en la sede céntrica de Tribunales (2009), hubo un largo camino recorrido. Y vaya si pasaron cosas.

Quizá no muchos lo recuerden, pero hubo otro extranjero que manejó los hilos del club albiazul. Lo hizo a distancia, entre noviembre de 2005 y enero de 2007. Bernard Caiazzo, empresario nacido en Argelia, con madre catalana, padre inglés, nacionalidad británica, residencia en Francia y master en Estados Unidos, aterrizó en Córdoba como parte del proyecto “Ateliers” (traducción literal al francés de la palabra Talleres), la gerenciadora de Carlos Granero en los tiempos de la post-quiebra.

El intermediario “K”, que una década atrás había desembarcado en la “T” como representante del entrenador Ricardo Gareca y que se convertiría en jugador polifuncional durante la presidencia de Carlos Dossetti, sacó un as de la manga para ganarle la pulseada al grupo de socios autopercibido como “notables” en el despacho del juez Carlos Tale: la participación de Saint Etienne, un histórico club del fútbol galo, como dueño del 51% de las acciones.

Le faltó un tornillo

Caiazzo vino, vio, puso 500 mil euros y se desentendió del asunto. El 10 de octubre de 2005 estuvo en el Chateau (¡oh la, la!) viendo el triunfo 1-0 ante Ferro (gol de Damián Felicia) por la 10° fecha de la Primera B Nacional, al día siguiente hizo un paso fugaz por el Juzgado de 1° Instancia Civil y Comercial y voló de regreso a Paris. Desde que se fue, nunca más volvió.

Osvaldo Piazza, gloria del Saint Etienne, y Omar Da Fonseca, otro exfutbolista argentino con buenos contactos en Francia, fueron los encargados de ponerle la cara al asunto en este lado del Atlántico. Caiazzo, que ya tenía experiencia en los escritorios de Olympique de Marsella y París FC, había prometido acercar jugadores desde el Viejo Mundo y construir un centro de formación en el predio albiazul. “Fabricar un
futbolista aquí nos cuesta diez veces menos que en Europa”, llegó a reconocer con el gélido pragmatismo de los hombres de negocios.

Catorce meses duró el matrimonio por conveniencia entre Granero y Saint Etienne. “Ellos están alejados de la realidad de nuestro proyecto. No han tenido participación. Talleres no ha sido su prioridad”, declaró a la prensa el gerenciador santacruceño -también hombre de varias camisetas, con intereses en Sportivo Belgrano de San Francisco, Independiente de Río Tercero y Deportivo Atalaya- algunos días antes de pedir el divorcio.

De aquella relación, se recuerda el viaje que Talleres realizó a Francia con un equipo de juveniles que condujo Luis Roberto Oste, “el Lute”, y que tuvo entre sus integrantes más destacados a Julio Buffarini, el jugador que acaba de regresar a la “T” después de una larga ausencia de 12 años.

Cuesta abajo

Con 10 títulos cada uno, Saint Etienne y Paris Saint Germain comparten la “chapa” de equipo más ganador de la historia en la Ligue 1, aunque en la próxima temporada no podrán dirimir mano a mano quién se queda con la supremacía. En el último campeonato, Les Verts quedaron en las antípodas del equipo de Lionel Messi y hoy recalculan su futuro en la segunda categoría del fútbol galo.

El descenso del Saint Etienne fue un escándalo en Francia, literal. Por los graves disturbios que sus hinchas protagonizaron tras la derrota ante Auxerre del pasado 29 de mayo, el equipo arrancará el próximo torneo con una penalización de seis puntos y la imposibilidad de jugar con asistencia de público durante tres encuentros en el estadio Geoffroy-Guichard.

Bernard Caiazzo, el mismísimo, es el hombre fuerte del club desde 2004.
Desde allí construyó un poder que sobrepasa los límites del Saint Etienne, siempre con la visión del fútbol como una gran industria sin chimeneas, aunque con mucho humo. Es el fundador y presidente de Global Football Alliance, organización concebida como “una alianza estratégica de clubes de todo el mundo, para unir su energía y ser parte de un enfoque esencial
en el fútbol moderno”, que enuncia como propósitos “aumentar la productividad y la competitividad” y “”la creación de una red internacional de reclutamiento”. La GFA tiene como miembro a Estudiantes de La Plata.

“Sentimos dolor y tristeza por este fracaso, que debemos asumir; y estamos seguros que el club encontrará muy pronto el camino a la elite”, se leyó en un comunicado que firmaron en forma conjunta Caiazzo y su principal ladero en Saint Etienne, Roland Romeyer, una vez consumada la pérdida de categoría. “En poco tiempo anunciaremos noticias importantes sobre el
futuro del club y el nuestro”, añadieron en el escrito.

Amores de compra y venta

Por estas horas, Caiazzo y Romeyer regatean con el multimillonario estadounidense David Blitzer, el más interesado de los interesados en comprar al Saint Etienne. Blitzer ya hizo pie en el mundo del fútbol: entre los clubes de su propiedad figuran Crystal Palace de Inglaterra, Augsburg de Alemania, ADO Den Haag de Países Bajos, Waasland-Beveren de Bélgica, Alcorcón de España y Real Salt Lake de Estados Unidos. En su país también tiene acciones en el hockey (New Jersey Devils), el béisbol (Cleveland Guardians) y el básquetbol (Philadelphia Sixers). Por si las moscas, espera agazapado Norodom Ravichak, el Príncipe de Camboya: “Mi sueño es ser dueño del Saint Etienne”.

De Granero -que después anduvo por Racing Club y Newell´s e incursionó en el negocio de la pelota naranja con Entre Ríos Basket- hoy se sabe poco y nada. De Ahumada -ex León y Santos Laguna en México y ex Juventud
Unida Universitario y Estudiantes en San Luis- menos.

El saneamiento económico y la normalización institucional le abrieron paso en Talleres a Andrés Fassi, un viejo conocido de la casa que desde hacía un buen rato venia amagando con entrar al área albiazul. El hombre acredita una vasta experiencia como directivo del Grupo Pachuca (Pachuca, León, Coyotes, Mineros, Titanes y Estudiantes Tecos, en México; Everton de Viña del Mar, en Chile), maneja su equipo propio en Uruguay (Atenas de San Carlos) y tiene un pie y medio puestos en el Málaga de España.

Nadie sabe qué deparará el futuro, pero con la “T” en la Liga Profesional y el predio reconstruido, Fassi ya les ganó por goleada a todos los Carlos, el de antes, el de durante y los de después de la quiebra. Y la Libertadores, claro. Aunque aquellos cuatro también fueron de copas. Con un par de viajes, algo de lobby judicial y mediático y 500 lucas europeas le hubiera alcanzado para hacer la diferencia con aquel olvidado patrón franchute.