En apenas cuatro meses, y con medio campeonato en disputa, entre los 37 equipos de la Primera Nacional ya sumaron 63 entrenadores. Farré y Bovaglio, entre los “privilegiados” que se mantienen desde el arranque.

“Uno de los que queremos tener es a ‘Goyete’, ya hicimos algunas gestiones para ver si podemos traerlo”. El blooper terminó siendo un acto fallido: Carlos Dossetti, el hombre que en los albores del Siglo 21 fantaseaba con ser el nuevo Amadeo Nuccetelli, buscaba refuerzos para Talleres, cuando su permanencia en el despacho presidencial -que había tomado tras un maquillado golpe interno- ya no tenía demasiado sentido.

Walter Coyette, el jugador al que el dirigente albiazul había querido hacer referencia, era por entonces un mediocampista interesante, con algunas “cositas” diferentes adentro de la cancha y la “chapa” de campeón en Qatar 1995, el primer mundial juvenil que el seleccionado de la AFA ganó bajo la gestión de José Pekerman. Hoy es el entrenador del que todos hablan.

La semana pasada, antes de que el ex Pekerman Boy asumiera como DT de Quilmes, Pablo Cavallero, aquel que atajó para Argentina en el Mundial de Japón y Corea, le dedicó algunas glosas en su cuenta de Twitter: “Se jugaron 18 fechas de la Primera Nacional y Walter Coyette acaba de asumir en su tercer equipo en la temporada. Sí, arrancó en Alvarado, pasó por Morón y ahora lo presentaron en Quilmes. Fútbol swinger”.

Coyette tiene asistencia perfecta en el actual campeonato de Segunda División del fútbol argentino: 13 fechas por Mar del Plata (4 triunfos, 4 empates y 5 derrotas), cinco partidos en “el Gallito” (tres igualdades y dos traspiés) y un capítulo (triunfal) con “el Cervecero”. Una rápida cuenta permite establecer que, en 19 presentaciones, apenas cantó victoria cinco veces y que en los restantes 14 juegos sus equipos sumaron 7 puntos. Está claro que no estamos hablando de Marcelo Gallardo, Pep Guardiola o Carlo Ancelotti. Y también que a la pelota, al menos en estas latitudes, los representantes e influencers la pisan y la amasan a gusto y placer.

Quilmes ocupa el 18° puesto, Alvarado se ubica en la 20° posición y Deportivo Morón ya se hubiera caído de la tabla si estuviéramos hablando de un torneo serio en cuanto cantidad de participantes, en el casillero 24. Todos muy lejos de la zona de las clasificaciones; “pequeño detalle”.

A los pelotazos

Más allá de los buenos oficios del empresario de turno, o de la imagen de promisorio conductor de equipos que pueda proyectar Coyette, es evidente que hay un sistema que reproduce constantemente esa lógica cambista en la que confluyen la impaciencia de los hinchas, el temor de los dirigentes y la inestabilidad de los que todavía se le animan a “la silla eléctrica”.

Sin ir más lejos, la Primera Nacional 2022 ya suma 63 entrenadores en la
mitad más una fecha del campeonato. Alvarado, Chacarita, Mitre de Santiago del Estero y Gimnasia de Jujuy, con tres DT cada uno, encabezan el ranking de los clubes más inestables entre los 37 que integran el staff de la principal divisional del ascenso. Alejandro Orfila (el primer entrenador de la era Artime en Belgrano) y Walter Perazzo son otros dos técnicos que sacaron la sortija en esta calesita, y van por su segundo equipo en el torneo.

En cuatro meses de competencia, apenas el 43% de los entrenadores que arrancaron la presente temporada ha logrado mantenerse firme al pie del banco de suplentes. Entre los 16 que pueden considerarse “privilegiados” hay nueve que están escalando a buen ritmo en procura de hacer cumbre en la Liga Profesional y otros seis que la vienen luchando desde abajo.

En el primer lote están los conductores de los cinco equipos que ocupan las posiciones más expectantes de la clasificación: Guillermo Farré (Belgrano), Pablo Vico (Brown de Adrogué), Pablo De Muner (San Martín de Tucumán), Aníbal Biggeri (All Boys) y Lucas Bovaglio (Instituto). ¿Causa o consecuencia? Completan la nómina Gabriel Gómez (Independiente Rivadavia), Andrés Yllana (Brown de Puerto Madryn), Walter Otta (Estudiantes de Caseros) y Ricardo Pancaldo (Deportivo Madryn).

Y en la retaguardia (algo así como el extremo donde las convicciones o las necesidades parecen predominar sobre el exitismo) encontramos a Daniel Cravero (Chaco For Ever), Juan Sara (Deportivo Maipú), Alfredo Grelak (Nueva Chicago), Pablo Frontini (Defensores de Belgrano), Guillermo Duró (Deportivo Riestra), Leonardo Lemos (Sacachispas) y Andrés Montenegro (Flandria).

El pasado 17 de mayo, la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino y la Asociación del Fútbol Argentino firmaron el acuerdo paritario para 2022. Hubo abrazo y foto entre Salvador Pasini, entrenador autopercibido como “el Carlos Bianchi del ascenso” y apoderado de ATFA, y el mandamás del fútbol argentino Claudio “Chiqui” Tapia. Pero también un compromiso de trabajar juntos para que los DT tengan más garantías y no todo sea sumar para sobrevivir. “Estamos dialogando para encontrar una solución a un
tema que atenta contra nuestra estabilidad laboral. La idea es que un club no pueda tener más de dos entrenadores en un año si no asume los
compromisos de pago con el DT al que previamente dejaron cesanteado”, refirió “el Tano”. Algo es algo. Por lo menos, la pelota quedó picando.

En Córdoba, Belgrano e Instituto parecen decididos a apostar por una continuidad y un proyecto. Aunque en este fútbol tan exitista nadie puede
predecir si Farré y Bovaglio llegarán a estar frente a frente en la fecha 30. Por ahora los números les sonríen a piratas y gloriosos, pero quién sabe… En caso de emergencia, rompa el vidrio con un Coyette.