Rugby
Los Pumas 7s aún no pierden a Gastón Revol
El ex capitán dijo, con la postergación de Tokio “de alguna manera me están obligando a estirar la carrera un año más y bueno vamos a aceptar el desafío, y a tratar de llegar lo más lejos posible”.
El ex capitán dijo, con la postergación de Tokio “de alguna manera me están obligando a estirar la carrera un año más y bueno vamos a aceptar el desafío, y a tratar de llegar lo más lejos posible”.
Gastón Revol, empezó diciendo, “yo de chico soñaba con jugar al fútbol como profesional”. Ese sueño derivó en el rugby. Poder formar parte de la Selección Argentina 7s y “jugar en estadios llenos de gente” a nivel internacional, fue un hecho. Revol, hincha del pirata cordobés, nunca se alejó del fútbol. Entre risas contó una anécdota con Diego Armando Maradona, durante su visita en Dubái. “Me paré debajo de la H como simulando un arco de fútbol, el agarró una guinda para patear un penal y se lo atajé”.
Gastón se acercó de chico al rugby junto a sus hermanos, con los que pudo compartir grandes finales. Todos jugadores de La Tablada, club cordobés. Su primer campeonato fue en 2006, “si lo soñás, creo que no era tan perfecto como fue en realidad, algo inolvidable la emoción que tenía ese día”, comentó Revol.
En el 2009 comenzó en la selección. Repensando su decisión sobre dejar el rugby 15 para jugar en 7s dijo: estoy feliz, “tome la decisión totalmente consiente de que iba a perder la posibilidad de jugar un rugby 15 a nivel internacional”, pero no se arrepiente. Hoy han pasado casi 11 años con la albiceleste. El jugador expresó “acá estamos aguantando a ver si llega el gusto de poder ganar un torneo antes del retiro”. Con la postergación de los Juegos Olímpicos “hay que pegar un volantazo, recalcular y volver a ponerse objetivos”.
En sus años de juego tuvo varias lesiones que no le permitieron jugar partidos decisivos. Revol contó: “habían pasado como 9 o 10 años desde la última final, y justo a mí que había estado en todos esos años, no me tocaba estar”. “Dos años más tarde, vuelvo a tener una lesión en Dubái, me vuelvo a mi casa y el fin de semana siguiente vuelven a jugar una final”. “Ya no lo podía creer, digo no puede ser”. Hasta que unos meses más tarde se le dio, pero lamentablemente no pudieron ganar.
“Notan en nosotros un equipo difícil de vencer, cuando parece que Argentina esta regalado sale con algo, y termina complicando los partidos”. “Porque creo que el sentimiento hacia la camiseta que nos trasmiten de chicos en los clubes se nota cuando llegamos a una primera división o un seleccionado”
Los Juegos de Rio de Janeiro, para Gastón, fue: “una de las experiencias más lindas” que le dio la guinda. “Compartir con deportistas argentinos y del mundo dentro de una villa olímpica” es algo que pocos tienen la oportunidad de vivir. Sin embargo los contras del deporte de alto rendimiento “son los momentos a donde no das más” y tenés que seguir, comentó el cordobés. Los Panamericanos de Lima, reconfortaron al equipo. Gastón afirmó: “haber podido sacarnos las espinas de los dos juegos anteriores cuando perdimos la final contra Canadá y el orgullo de poder ganar una medalla de oro panamericana” es algo gratificante.
Revol llevó la capitanía del equipo durante muchos años. Ante esto dijo que hay que “tener buenas intenciones y ser trasparente, tratar de entender que es lo mejor para el equipo y llevarlo por ese lado”. Además agregó “yo nunca fui un talentoso en el juego, sino que me basé en el sacrificio, en la responsabilidad, en la entrega, en la disciplina, -como lo define él su ‘RED’ personal- y en siempre tratar de disfrutar lo que estaba haciendo”. Refiriéndose a una estrategia que uso en las charlas de Tecnología, Entretenimiento y Diseño (TED).
“Yo creo que hay gente buena y mala en todos lados”. “Hay personas que hacen cosas que nos arrastran un poco a todos”. “El prejuicio que por ahí se tiene con el deporte está bastante errado”
No te pierdas la entrevista con el cordobés Gastón Revol. Del 7s al 15, del rugby al fútbol y de las lesiones a las victorias.
Fotografía de Getty Images - Por Sofía Jaimez Bertazzo