Fassi y su Talleres pasado, presente y futuro.
Ahí estaban los jugadores saltando en un vestuario de Lima, regado de alegría. Los hinchas que desafiaron la situación económica del país y partieron a tierras incas, mezclaban risas con lágrimas de felicidad. En las gradas y antes de emprender el camino al vestuario, Andrés Fassi se estrecha en un abrazo interminable con su hermano. Visiblemente emocionado el presidente de Talleres se sabe el gran ganador de la noche.
Es que no era su mejor semestre y de pronto, el equipo subía a un escalón en el que nunca estuvo. Recibió críticas, le reclamaron por las decisiones tomadas pero otra vez Fassi, estaba saltando en un vestuario histórico. A saco desprendido y camisa abierta, parecía asomar un traje de superhéroe, ese mismo que parece usar desde 2014.
Otra vez, Talleres borrará sus problemas, dejará de pensar en las decisiones unipersonales del Presidente y volverá a la paz y la alegría, esa que solo se consigue con resultados. La figura de Fassi se erige como un faro y espera dar un golpe de efecto, en un mercado de pases “corto” con demasiadas obligaciones por delante. Talleres tendrá 4 meses con tres competencias por delante. Mucho y en poco tiempo.
Fassi podrá seguir siendo el héroe albiazul o ser un supervillano ¿un supervillano por equivocarse en los refuerzos? No, esa nunca será la razón para ser el malo de la historia. Solo una cosa podría ponerlo a Andrés en la otra vereda, aunque el absolutismo sea equivocado, porque no sabemos si pasará y si pasa, no sabemos cómo reaccionaría el pueblo albiazul. Demasiadas incógnitas, demasiadas suposiciones, pero hay también certezas.
El héroe de hoy
Andrés Fassi tomó a Talleres en su propio infierno. No solo era cuestión de estar en la tercera categoría, era también ser un Club sin infraestructura. Con el apoyo del Grupo Pachuca como socio estratégico (Fassi era parte de él) el “Zorro” tejió su estrategia para devolver a Talleres a lugares que transitó en a su historia.
Si bien Fassi ganó la elección por medio de los menos de dos mil socios habilitados para votar en 2014, siempre voló por barrio Jardín la idea de la “privatización encubierta” del Grupo Pachuca. Fassi lo desmentía en cada micrófono o grabadora que tuviera cerca y siempre hablo de sociedades estratégicas, que no le quitaban a Talleres su identidad de club. Talleres no estaba gerenciado y no lo estaría en el futuro. Nunca nadie pudo explicar porque, el Escudo de Talleres aparecía en la página web del Grupo Pachuca, a la par de los otros clubes que gerencia el Grupo. Todos dejaron de preguntar porque lo importante era lo que pasaba en la cancha.
El Matador dejaba la tercera categoría y tenía la oportunidad de ser un paseador por la B nacional y en seis meses estar en Primera. Con una buena billetera que era engordada por los socios estratégicos, Talleres sumaba jerarquía a su plantel, sin nunca explicar cómo se beneficiaran esos socios en el futuro. Pero a nadie le importaba, Talleres era el campeón invicto y estaba otra vez en Primera después de doce años. Desde ese momento, Talleres siguió sumando logros y Fassi anunciaba que el Grupo Pachuca ya no tenía nada que ver con el Club.
¿Que ganó Pachuca de esta sociedad? Alguna que otra prioridad a la hora de vender jugadores, pero nada más que eso y así como llegó, se fue. Talleres se afianzó en Primera, jugó fase preliminar de Libertadores, después Sudamericana, Fase de Grupos del torneo continental mas importante y una final de Copa Argentina.
Mientras tanto, había nuevo estatuto, Fassi era reelegido y el club era cada vez más par un selecto y exclusivo grupo de personas. Cuando por primera vez lo deportivo le era esquivo y algunas cosas empezaban a salir a la luz o al menos a ser “charladas”, llega el pase a Octavos y el traje de superhéroe, vuelve a ser el escudo de Fassi.
¿Villano mañana?
Los números deportivos, los números institucionales, la infraestructura, el profesionalismo de las áreas y demás cuestiones, ponen a Fassi entre los mejores dirigentes de la historia de Talleres y también a nivel nacional.
Parece no tener discusión y todo lo que haya sido poco claro, no importa. Nadie pregunta y nadie quiere saber, por lo menos hasta algún nuevo traspié. La poca voz de los socios y las agrupaciones que hacen cosas por el Club, la eterna crisis con la Liga Cordobesa, el equipo femenino y un castigo que poco se hizo por quitarlo, son cosas que pasan desapercibidas en barrio Jardín. ¿Son razones para que Fassi sea el malo de la historia? Para nada.
Andrés Fassi es un dirigente con alma de gerente y no es que este mal ser un empresario. El tema radica en que Fassi es un adorador de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Estas sociedades no son viables en la Argentina de hoy pero mañana tal vez, la historia sea otra. Si el tema se trata en el senado o en el seno de AFA ¿cuál sería la posición de Fassi? Fue parte del Grupo Pachuca, gerencia clubes en Chile, España y Uruguay. Talleres funciona como empresa, pero es un Club, donde los socios cada vez deciden menos de manera directa. Si los resultados son lo importante, capaz Talleres mañana es una SAD y nadie se percató si quiera que cambiaron las leyes y las reglas del juego.
Pero quizás, sea para los viejos que añoramos a los clubes como sitios de actividades sociales y populares, para los que Fassi pueda llegar a ser un villano. Para quienes priorizan los negocios del fútbol y como tales son lo entienden al fútbol como tal, Fassi seguirá siendo un héroe. El mañana dará su veredicto.