Messi es mejor que vos

Pudo elegir en muchas ocasiones dejar de intentar. El prefirió seguir pese a todo. Hoy tiene su premio.

Pasaron 16 años del debut de Lionel Messi en la selección. En aquel entonces el entrenador de la escuadra nacional era José Néstor Pekerman, y el rosarino, con 18 años era poco más que una gran promesa del deporte mundial. Desde entonces se sucedieron técnicos, los planteles mutaron y también cambiaron los dirigentes máximos de nuestro fútbol. El común denominador de todo eso era que la selección mayor no ganaba títulos desde el año 1993.

Esto último motivó durante años a una crítica un tanto exagerada hacia el 10. Se le pedía más, que saldara una deuda que nunca contrajo, que tapara con fútbol las miserias de una sociedad que le pide más a un futbolista que al político en el cual confía y vota. Pasaron finales perdidas y frustraciones que iban a una mochila más pesada que la suma de los trofeos que acumulaba a nivel clubes. La falta de respeto hacia él y sus compañeros alcanzó el máximo nivel tras 3 finales perdidas.

Una despedida de la selección de la cual después dio marcha atrás. Pedidos de cierto sector del periodismo vestido de ecuánimes críticos, pero que tras el velo se traslucían intereses y se exponían la incapacidad de análisis y la necesidad de notoriedad pública disfrazada de “show”, sumados a los reclamos de los espectadores que consumen dicho circo, fueron una combinación absolutamente nociva para Messi y los suyos. Soportaron palos y faltas de respeto que llegaron a su fin una noche en el Maracaná de Río de Janeiro. 

Mientras tanto el astro argentino nunca levantó la voz ni se igualó en la bajeza de los que lo defenestraron diciendo que la camiseta albiceleste no le importaba, no la sentía. Siempre con respeto, volviendo cada vez que se lo requirió. Dejando la piel en cada convocatoria y poniendo la cara como debía ser, pese a las derrotas que tanto lastimaban. Un día la suerte fue otra, el puño se apretó de alegría y no de bronca. Esa noche, en uno de los templos del fútbol mundial, Argentina volvió a gritar campeón y la felicidad y el desahogo fueron monarcas en el sentimiento del pueblo futbolero. 

Anoche después de deslumbrarnos una vez más con fútbol, cerró la goleada con lágrimas y una declaración que nos mostró que pese a ser el mejor jugador del mundo, no deja de ser un tipo común y corriente, que siente, vive y sufre como cualquiera, por él y por los suyos que también se veían afectados por los palos del “circo”. Messi entre lágrimas dejó claro que el meme, el chiste, el silbido injustificado duelen.

Entonces, si sos del club de los que criticaron sin respeto, de los que aportaron al show de la burla y querían que un jugador de fútbol los sane de sus fracasos, te digo que anoche en el monumental, por si aún quedaba alguna duda, Messi es mejor que vos.